La baja en los índices de inflación no se traduce en alivio para el comercio misionero. Carlos María Beigbeder, ex titular de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, analizó el panorama económico en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y fue contundente: “La mayoría del comercio misionero está viviendo un momento horrible”. Aunque reconoció que la desaceleración inflacionaria es un dato positivo, advirtió que la caída del consumo, el impacto de la frontera y la apertura de importaciones están poniendo en jaque a miles de pequeños y medianos negocios en la provincia. También se refirió al aguinaldo y la necesidad de financiamiento.
Al ser consultado por el índice de inflación del mes de mayo, Beibeder reconoció que el dato del 1,5% suena alentador, pero advirtió que “es real, pero no alcanza”. Explicó: “Que la inflación esté en esos números es bastante predecible. Eso no quiere decir que estemos bárbaros, ¿no? La mayoría del comercio misionero está pasando por un momento horrible de su historia económica, pero la inflación bajó. Ahora, son datos separados. Que la inflación baje es muy bueno, es positivo, a todo el mundo le gusta. Que no haya ventas y que a la gente no le alcance la plata, a nadie le gusta, y eso es lo que está sucediendo”.
“La gente no tiene plata, por eso también baja la inflación”, remarcó el empresario. Afirmó que “están enfriando la economía, no hay pesos en la calle, la gente no puede gastar y entonces lógicamente vos tenés un problema de venta y un problema de rentabilidad que se ve desde el año pasado, pero viene acentuándose mucho en este 2025”.
Sobre los productos que más impactaron en el índice inflacionario, indicó que los productos de limpieza subieron un poco, lo que “hizo que la meta de inflación esté un poquito más alta”, aunque aclaró que “los comestibles en general vienen bajando, la carne está muy quieta o para abajo”. En ese sentido, opinó que “el número de inflación no se dio por los comestibles o productos de supermercados, sino por los servicios que todavía se están reajustando, debe ser algo del combustible, pero no en líneas generales por la canasta básica”.
“La micro somos todos nosotros”
Consultado sobre el impacto que esta inflación tiene en la vida cotidiana, Beibeder remarcó que si bien la baja de precios es positiva, “también hay que desacelerar el descontento social”.
“Está bárbaro y se festeja que no hay inflación. Es el primer paso que el Gobierno quiere dar en pos de después mejorar el resto de las cuestiones económicas del país, pero como primera medida quería aniquilar la inflación, según lo dijo Milei”, señaló.
“’Yo vengo a arreglar la macro, la micro ocúpense ustedes’, dijo (Milei) en un una entrevista. Bueno, la micro somos todos nosotros. Los negocios, el comercio, una radio, un supermercado, un kiosquito, una industria. Eso es la micro. Arréglense como puedan, sálvese quien pueda también. Y eso genera despidos, genera que a la gente no le alcance el dinero porque rota menos”, aseguró.
Una crisis agravada por la frontera
Beigbeder también explicó por qué la situación del comercio misionero es peor que en otras provincias: “En toda la Argentina se están viviendo momentos feos económicamente hablando. Hay muchos que han despedido gente, han achicado estructura. Todo funciona de la misma manera en todo el país”.
“Misiones tiene la particularidad de que la frontera hace todavía más evidente el problema. Lógicamente, no hay que ser demasiado avispado para darse cuenta que cada vez hay más colas en el puente. La gente va a comprar un aire acondicionado, un celular y de paso hace alguna compra de supermercado. Empieza a comparar y se da cuenta de que hay diferencia. En otro momento del país, esa diferencia nos benefició, cuando veías un montón de gente cargando combustibles, estaciones de servicio llenas, brasileros comiendo en la costanera. Eso generaba trabajo. Ahora es todo lo opuesto”, aseguró.
Y concluyó: “La frontera va a hacer que, pese a la situación del país, Misiones se agrave un poquito más. Es la realidad que nos toca por vivir frente a Brasil y a Paraguay”.
Importaciones: ¿arma de doble filo?
El empresario también se refirió a la política de apertura de importaciones impulsada por el Gobierno nacional: “Esto es peligroso para la industria nacional, porque va a llegar un momento en donde, a partir de la no venta de los comercios locales, se va a comenzar a despedir gente. Esa gente, que compra a más bajo precio, después no va a tener el dinero para comprar. Esto es un arma de doble filo”.
Agregó que durante muchos años hubo industrias subsidiadas e ineficientes, y mencionó como ejemplo a Tierra del Fuego: “Venía el teléfono desarmado, lo mandaban a Tierra del Fuego, le ponían dos calcomanías y dos tornillos, y en teoría era industria nacional. Todo lo que no funcione para el consumidor final tiene que ser suplantado. En esta competencia permanente, seguramente va a haber industrias que van a desaparecer”.
“Si conseguís el mismo producto en China al 50%, lo que va a pasar es que lo importás y la fábrica se cierra”, sentenció.
Aguinaldo, financiamiento y supervivencia
En relación al pago del aguinaldo, Beigbeder señaló que la clave está en financiarse inteligentemente: “Hay que usar todos los medios que tienen la Provincia y la Nación para estirar el dinero lo máximo posible. Me dan 12 cuotas sin interés, compro. Me dan 9 cuotas, compro con 9. No es momento para gastar en cosas superfluas, hay que cuidar el mango. Pero si podés pagar el total de la tarjeta de crédito, comprá todo lo que puedas en cuotas. Así se genera venta y el consumidor puede financiar”.
Sin embargo, advirtió: “No todos los comerciantes están en condiciones de pagar el aguinaldo. Depende de la salud financiera de cada comercio. La mayoría de mis colegas, y me incluyo, no la estamos pasando bien”.
Consultado sobre la ampliación del cupo de la línea de crédito productivo anunciada por el Gobierno provincial, Beibeder fue claro: “Todo funciona, todo sirve, todo suma. ¿Soluciona el problema? No. ¿Ayuda? Sí. Es que a nosotros no nos quedan muchos caminos. Hay que seguir trabajando igual. En muchos casos va a ser difícil ir contra la corriente y muchos negocios van a cerrar, van a quebrar o cambiar de rubro. Eso va a suceder”.
Contó el caso de un amigo que fabrica colchones: “Le sale el 50% traerlos de afuera. O los trae él o viene otra empresa y los importa y le gana en venta. Mi amigo se funde. Entonces tiene que aprovechar esa línea de crédito para modernizarse, para comprar materias primas con mejores condiciones. A veces te sale, y otras veces te fundís”.
Y cerró con una comparación histórica: “Ya lo vimos en la época de Menem. Hay mucha gente que se fundió porque todo el mundo iba a comprar a Paraguay y se importaba todo. En esta política de Milei, en donde están abiertas las puertas de la importación, suceden estas cosas”.




