En un operativo de rutina durante el control de alimentos que ingresan familiares a la Unidad Penal VI, el personal de requisa descubrió un método inusual para intentar burlar los controles: 85 pastillas presuntamente psicotrópicas estaban ocultas dentro de cebollas manipuladas de forma precisa.
Las drogas se encontraban en pequeñas bolsitas introducidas cuidadosamente en el interior de los vegetales, en un intento por camuflar el contenido ilícito y evitar su detección.
El hallazgo fue informado de inmediato a las autoridades competentes, que ordenaron el secuestro de las sustancias para su análisis correspondiente. Aunque no se especificó el tipo exacto de psicotrópico, se presume que su destino final era el consumo dentro del penal.
Desde el Servicio Penitenciario destacaron la rápida actuación y el profesionalismo del personal a cargo de los controles, que una vez más logró impedir el ingreso de drogas al establecimiento.
“Este tipo de maniobras creativas nos obliga a estar en constante alerta”, señalaron desde la institución.
El hecho se encuentra bajo investigación para determinar responsabilidades y posibles vínculos con personas privadas de la libertad.