La enseñanza del español a extranjeros es uno de los proyectos más destacados que actualmente lleva adelante el Laboratorio de Semiótica de la Facultad de Humanidades de la UNaM. En esta experiencia, han trabajado con estudiantes de intercambio e incluso integrantes de congregaciones, como sacerdotes y monjas que vienen de otros países.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el magíster Gonzalo Casco explicó que “entre los proyectos que se encuentran en marcha hay uno que se encarga de la enseñanza de español para extranjeros”. Este proyecto no solo implica la investigación teórica, sino también la experiencia directa en el aula con estudiantes provenientes de diferentes partes del mundo.
El trabajo desarrollado por el equipo combina la investigación con la práctica docente, lo que permite una retroalimentación constante. “Tenemos el proyecto de investigación, nos da los insumos investigativos y a la vez tenemos aulas de trabajo con extranjeros”, agregó.
En estos espacios, llegaron a recibir hasta quince estudiantes simultáneamente, quienes participan en programas de intercambio universitario o en escuelas secundarias de la ciudad de Posadas, desde diversos lugares del mundo como la India. Actualmente, esperan sumar a una tercera participante, una monja, para cerrar el grupo actual de trabajo.
Uno de los principales desafíos que enfrentan es la diversidad de los estudiantes y sus lenguas de origen. Casco explicó que “el interrogante ahí es cómo enseñamos el español a un alemán, por ejemplo, o a un estadounidense, italiano, francés, cuál es la variante”. Esto sirve como guía para la reflexión sobre la enseñanza de una lengua con múltiples variantes y matices regionales.
En este sentido, el equipo sostiene que “hay variantes del español, no hay una variante correcta, no hay una variante única, una única forma de hablar español, pero cuál es la variante que debemos trabajar con el estudiante extranjero”, añadió. Con énfasis en la regionalidad y el habitar la frontera, resaltó que “este es nuestro español, es un español que nosotros estamos reivindicando, que lo estamos estudiando, y lo llevamos al aula de español para extranjeros también”.
La enseñanza no se limita a la gramática o el vocabulario estándar, sino que incorpora expresiones locales y regionales. “Llevamos las características del allá ité, el argel, del judiar, les damos esos términos para que ellos también se puedan mover en la cotidianidad aquí, o sea, que les pueda servir en su uso”, aseguró Casco. Esta metodología busca que los estudiantes extranjeros puedan desenvolverse en la vida cotidiana de la región y no solo en contextos formales.
Además, el proyecto contempla la preparación de los alumnos para certificar sus conocimientos a través de exámenes reconocidos en Argentina: “Trabajamos también con ellos para que ellos puedan producir y certificar internacionalmente mediante un examen de español que tenemos en la Argentina, no es el examen español de España, sino que es un examen que certifica nuestro país”.
Finalmente, Casco destacó la importancia de sostener este espacio de enseñanza, que además de formar a extranjeros, enriquece la investigación y la formación docente. Resaltó también que la UNaM es una de las sedes donde se toma una evaluación para certificación nacional de conocimiento del español.