“Muy a mi pesar, creo que va a haber despidos” en el sector comercial misionero, advirtió este miércoles el empresario y expresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, Carlos María Beigbeder.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, ratificó la desaceleración de precios reflejada en la inflación de abril (por debajo del 3%) y aseguró que en todo caso los aumentos “no fueron en productos de supermercado”, fundamentalmente porque las ventas bajaron muchísimo y eso deja a muchos negocios en la cuerda floja.
La inflación “viene descendiendo mes a mes, no me está sorprendiendo y es un síntoma de que eso está por buen camino“, confirmó Beigbeder, quien planteó no obstante que “el problema está en la cantidad de negocios que cierran, que hay más desempleados”.
“Yo lo escuché al ministro (de Economía, Luis Caputo) decir que su prioridad es bajar la inflación, a como dé lugar, entonces no le importa otra cosa que ‘matar’ la inflación; y en el camino se lleva puesta a gente, puestos de trabajo, empresas, negocios… No le importa nada. Pero bueno, lamentablemente no definimos nosotros las metas económicas, ¿no?”, describió.
En cuanto a los precios, insistió en que abril “estuvo bastante tranquilo, yo creo que algunos servicios vienen tirando para arriba los números, no fueron los productos de supermercado los que hicieron subir la inflación”.
Sin embargo, las ventas no repuntan, más bien al contrario, y “muy a mi pesar, creo que esto va a generar despidos”, alertó Beigbeder. “Ni hablar que encima estamos en zona de frontera y vos te encontrás -en el caso de Posadas- con algunos productos que están más baratos del otro lado (en Paraguay), entonces eso hace que sea más difícil retener al consumidor a pesar de la calidad o del producto que le vayas a ofrecer”.
“Todos queremos pagar menos, lo que sea, no importa: la boleta de la luz, el teléfono, el auto o un paquete de aceite o de harina, da lo mismo. Entonces, es difícil poder retener cuando tenés competencia con otros esquemas impositivos. Y de este lado, lógicamente, el comercio está de alguna manera yendo hacia abajo en su rentabilidad, con la cantidad de empleados, acortando los servicios porque no le da la venta, así que no es un panorama demasiado alentador”.
La competencia con Encarnación
Beigbeder matizó que, por un lado, hay posadeños que eligen ir a abastecerse de alimentos en la vecina orilla, e incluso ya hay un supermercado en Encarnación que trabaja las 24 horas, pero la cantidad de autos y motos que cruzan el puente “tampoco te lo hacen fácil, tenés que programarte muy bien y comerte una cola enorme”.
“Para aquellas familias que hacen la compra semanal y reponen, van una o dos veces por semana al supermercado, resulta poco práctico tener que ir del otro lado“, argumentó.
Y, en referencia a la rebaja en el valor de los combustibles del lado paraguayo, que podría también hacer más atractiva la “visita” de compras, consideró que la diferencia de precios “todavía no creo que sea significativa”.
“A mí me parece que lo más importante es que peligran las fuentes de trabajo por la baja generación de movimiento económico que hay”, insistió.
¿Hasta cuándo se puede aguantar?
“Hay empresas en situaciones críticas, otros negocios que han cerrado… ¿Hasta cuándo aguantás? Hasta que cerraste. Pero dependiendo del rubro y el negocio, creo que que vamos a experimentar momentos difíciles“, advirtió Beigbeder.
Apuntó que “hoy no hay escasez: lo que necesitas, lo tenés. Lo que pasa que la gente no se lo puede llevar. En muchos casos la familia no llega (a cubrir su) necesidad. No es un problema de precios, es un problema de demanda”.
“Hoy todo el mundo necesita vender. Antes el negocio era guardar, no vender, porque no sabías si te iban a entregar, a qué precio ibas a volver a reponer… Hoy es otro escenario totalmente diferente: hay que exponer todo, ir con mucho cuidado con los costos, tenés que exhibir todos tus productos y de la mejor manera. Hay que conquistar al cliente“, sentenció.
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