Luego que culminara la feria judicial en febrero pasado, la fiscalía solicitó al Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado que se completaran pericias respecto a la investigación por el crimen de una niña, presuntamente a manos de un hombre de 63 años. Estas diligencias fueron realizadas y la causa por el homicidio de Ayelén Prestes (10) está cerca de cerrarse para ser elevado a juicio.
Este Diario pudo saber que los análisis a las manchas de sangre en dos pares de calzados en busca da rastros de ADN de la víctima fueron completados y restaba que el informe fuera remitido al juzgado a cargo del magistrado Pedro Benito Piriz.
Además ya se encuentra en poder de la justicia el análisis del celular del imputado y el informe completo de la autopsia de la menor, quien murió por ahorcamiento con el cordón de una zapatilla o un elemento similar.
El imputado, un pastor evangélico que ya había cursado una condena por abuso sexual, se encuentra con prisión preventiva desde febrero del año pasado.
En lo que respecta a lo que sigue en el trámite judicial, todas las últimas actuaciones serán remitidas a la fiscalía y se aguarda que formalmente solicite al juez la elevación a juicio la causa por “homicidio agravado por haber sido cometido para ocultar otro delito (abuso sexual)”.
El acusado de asesinar a Ayelén, desde hacía unos tres años había llegado a Colonia Aurora desde Buenos Aires, donde cumplió una sentencia de 10 años.
Mandado y desaparición
En la mañana del 11 de enero del 2024, la mamá le pidió a la niña que fuera a comprar una pastilla para el dolor de muelas. Vivía en el kilómetro 20 de la ruta provincial 222. Pasaron los minutos y su madre se preocupó, salió a buscarla, no la halló y pidió ayuda a los vecinos mientras que también avisaron a la policía porque no era normal que una niña de diez años tardara en volver.
Los investigadores de la UR-II comenzaron a recabar testimonios y supieron que habían visto a una menor en compañía de un hombre mayor. Este sospechoso tenía su vivienda a unos dos kilómetros de donde vivía la niña. Él decía que era pastor evangélico pero nunca había ejercido el ministerio en la zona.
Los policías hablaron con él, lo notaron alterado y lo demoraron como sospechoso, puesto que reunía las características mencionada por testigos.
En la mañana del día siguiente antes que se cumplieran las 24 horas de su desaparición, hallaron el cuerpo de Ayelén en un maizal. Estaba semidesnuda y con signos de abuso sexual. La autopsia confirmó que había sido ultrajada y murió por ahorcamiento.
En la casa del sospechoso secuestraron prendas, zapatos, un par de alpargatas y un teléfono celular, que fueron los peritados para completar la instrucción de la causa. La misma está a punto de cerrarse, salvo alguna eventual apelación de la defensa, aunque eso solo demoraría un poco más la clausura del expediente, en busca de justicia por el asesinato de la niña.