La limpieza de la parrilla luego del asado suele ser una de esas tareas que se postergan. Sin embargo, no se trata solo de una cuestión estética: una superficie sucia puede alterar el sabor de la próxima cocción, generar humo en exceso o incluso convertirse en un riesgo si hay residuos inflamables.
Para quienes valoran el ritual del asado y buscan facilitar esta tarea, en redes sociales circula una técnica simple y efectiva, que solo requiere de un elemento básico: una cebolla.
El truco viral del carnicero
Un joven carnicero compartió en TikTok una manera fácil de limpiar la parrilla usando solo una cebolla y el calor residual del fuego. Según explicó en su video, las propiedades del vegetal ayudan a remover grasa acumulada y restos adheridos a la rejilla, sin necesidad de productos químicos que podrían afectar el sabor de la carne en futuros asados.
El procedimiento es muy sencillo:
- Cortar una cebolla al medio.
- Sujetarla con un tenedor largo, pinza metálica o utensilio similar.
- Frotarla con fuerza sobre la parrilla aún caliente, cubriendo toda la superficie.
El calor genera vapor al entrar en contacto con la cebolla, lo que ayuda a aflojar los residuos sin dañar el metal. Además de limpiar, deja un leve aroma vegetal que desaparece en el siguiente encendido.
¿Y si no hay cebolla?
Si no tenés cebolla a mano, también se puede usar un bollo de papel aluminio. Al igual que la cebolla, se frota sobre la parrilla caliente para remover los restos. Aunque cumple la misma función de limpieza, el aluminio no aporta propiedades antibacteriales ni aroma, pero su textura abrasiva es efectiva.
Otra opción es recurrir al fuego directo: se prende la parrilla por unos minutos para carbonizar los restos, y luego se limpian con un cepillo metálico o espátula. Este método, si bien es tradicional, puede desgastar la superficie con el tiempo.
Una solución práctica y al alcance de todos
La gran ventaja del método con cebolla es su simplicidad. No requiere preparación previa, es económico, ecológico y cuida la superficie de la parrilla. Quienes lo han probado destacan su efectividad y lo incorporan como parte del cierre del ritual del asado.
La próxima vez que termines de cocinar, no apagues el fuego de inmediato: dejá que la parrilla mantenga el calor unos minutos, cortá una cebolla y probá este truco. En pocos segundos, vas a ver cómo lo más simple puede ser también lo más eficaz.