Una de las tradiciones del catolicismo es conmemorar el Domingo de Ramos, que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Nazareth, unos días antes de su muerte y que da inicio a la Semana Santa. Es por ello que en el microcentro de Posadas desde ayer se observa a numerosos vendedores de palmas, que este año costarán entre 1.500 y 2.000 pesos, un precio muy similar al del año pasado.
Son trabajadores informales que aprovechan cada fecha puntual del año, como las celebraciones del Día del Padre, de la Madre, del Maestro o de la Primavera y el Domingo de Ramos para asegurarse un ingreso extra en su economía y las palmas terminan siendo una buena oportunidad en tiempos difíciles como los actuales.
En una recorrida de PRIMERA EDICIÓN por el centro capitalino, a media mañana y en cercanía de los locales de una de las sucursales de una cadena de supermercados, la venta de palmas “marcha muy bien, la gente ya está comprando. La verdad que llevo muchos años en esto y siempre sobre el fin de semana se acuerdan de la palma para llevar a la misa pero ahora ya vendí en poco tiempo casi cincuenta”, comentó entusiasmado Rubén López.
Explicó que “somos muy católicos, toda mi familia, eso nos inculcaron nuestros padres desde pequeños y el Domingo de Ramos es un momento muy especial. Recuerdo que desde niños llevábamos las palmas para la procesión y bendición. Después con los años, en una situación difícil que estábamos pasando, necesitábamos sumar algún ingreso a nuestro hogar y como teníamos una planta en nuestro terreno dijimos por qué no vender las palmas. Así comenzamos y la verdad que nos fue bien en los años siguientes”.
“Como manda la tradición”
En otro de los puestos, doña Gladys, vecina del barrio Yacyretá, relató que “hace cuarenta años que vendo palmas acá en el centro. Las preparamos con una estampita y un atado de marcela, como manda la tradición. Tiene un gran sentido para nosotros los católicos el Domingo de Ramos”.
Destacó que “a pesar de la difícil situación económica que vivimos la gente nos está comprando ya con anticipación su palma. Es que las personas somos así, cuando más necesitamos es el momento en que nos acercamos a Dios. como ahora”.
Doña Gladys se refirió al valor de la palma y aseguró que “se mantuvo en el mismo precio que el año pasado, en los dos mil pesos. Hay algunos que venden más barato pero ahí entran a jugar el tamaño de la palma si tiene o no estampita y si le agregan la marcela. Nosotros tenemos clientes desde hace varios años que incluso cuando se va acercando la fecha ya nos piden que le reservemos una palma”.