El acuerdo técnico alcanzado entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un nuevo programa de financiamiento de US$20.000 millones abre la posibilidad de que las reservas netas del Banco Central (BCRA) vuelvan al terreno positivo. Sin embargo, la letra chica del convenio aún genera incertidumbre sobre la disponibilidad real de los fondos y el futuro del esquema cambiario.
El desembolso inicial, que se espera para las próximas semanas, podría ubicarse entre los US$8000 y US$12.000 millones, según trascendidos. La cifra representa entre el 40% y el 60% del total acordado con el organismo multilateral y se utilizaría para reforzar las arcas del BCRA, que actualmente muestran reservas netas en torno a los -US$11.000 millones, un nivel similar al que encontró Javier Milei al asumir la presidencia.
Desde que comenzó su gestión, el Gobierno logró comprar más de US$20.000 millones, aunque sin lograr consolidar una mejora sostenida en las reservas. Según el Decreto de Necesidad y Urgencia enviado por el Ejecutivo al Congreso, los fondos del FMI se destinarán a recapitalizar el BCRA y cancelar vencimientos con el propio organismo. No obstante, fuentes oficiales sugirieron que los recursos serán de libre disponibilidad, un punto clave para el mercado.
En ese sentido, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron que “la pregunta del millón es si el FMI desembolsará dólares o Derechos Especiales de Giro (DEGs)”. En caso de que se otorguen DEGs, estos deberán ser convertidos en dólares para ser utilizados en intervenciones en el mercado cambiario, lo que limitaría el margen de maniobra de la autoridad monetaria.
Otro eje de incertidumbre es el nuevo esquema cambiario que podría implementarse en el corto plazo. En el sector financiero se especula con la posibilidad de establecer un régimen de bandas cambiarias, es decir, una cotización mínima y máxima para el dólar. En ese marco, un desembolso inicial elevado fortalecería el “poder de fuego” del BCRA para intervenir en caso de que el tipo de cambio alcance el techo de la banda.
Desde la consultora Criteria señalaron que la principal incógnita es cómo será la próxima fase del programa de estabilización. “Todavía no está claro cuál será el régimen cambiario definitivo ni cuándo comenzará a regir”, plantearon.
A esto se suma la pregunta sobre cuánto podrían durar las reservas netas en terreno positivo. El economista Lorenzo Giacoia, de Econviews, consideró que “con la estacionalidad positiva de la cosecha, la eliminación del dólar blend y el desembolso del FMI, se podría sostener una mejora por un tiempo”. No obstante, advirtió que en julio habrá vencimientos con bonistas privados que presionarán nuevamente sobre las reservas.
Para Gabriel Caamaño, economista y socio de Outlier, el mercado observa con preocupación el panorama general. “El régimen actual no parece sostenible, incluso con un aporte extraordinario de US$12.000 millones, dadas las condiciones internacionales y la falta de definiciones sobre la política económica a mediano plazo”, sostuvo.
Fuente: TN