De acuerdo al ranking actualizado a enero de 2025 de la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA), Pinamar es la ciudad del país con el pasaje de colectivo urbano más caro: $2.105, la tarifa mínima, mientras que las misioneras de Posadas, Garupá y Candelaria se ubican en el grupo de las más costosas.
En Posadas desde enero el costo es $1.050 con SUBE o QR y $1.400 en efectivo; en Garupá y Candelaria cuesta $1.120 con dispositivos electrónicos mientras que pagando en billete $1.500. Y en Oberá se incrementó, en el mismo mes, a $1.040 y $1.400 respectivamente.
La Rioja se ubica en el otro extremo de la tabla, junto con Carmen de Patagones, a solo $300.
Desigualdad entre provincias
El costo del transporte urbano en Argentina varía de manera drástica según la región, tal como lo refleja el reciente ranking de tarifas mínimas correspondiente a enero. Mientras en ciudades turísticas y urbanas las tarifas alcanzan valores significativamente altos, otras localidades presentan boletos que son apenas una fracción de estos costos.
Encabezando el ranking, Pinamar ostenta el boleto más caro del país con una tarifa mínima de $2.105. Le siguen Bariloche y San Martín de los Andes, con tarifas de $1.613 y $1.661 respectivamente. Estas ciudades, conocidas por su afluencia turística, muestran precios que triplican o incluso cuadruplican los valores de otras regiones. En algunos casos, los boletos para el turismo tienen un costo más elevado que el de los vecinos.
En el extremo opuesto, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se posiciona en el puesto 56 del ranking con una tarifa de $371, una de las más bajas del país, a pesar de tener el PBI más elevado, con mayor coparticipación per cápita y mejores condiciones de vida generales de la población, lo cual marca una desigualdad muy pronunciada con el resto de los argentinos, en el reparto de subsidios y recursos.
Aún más económicos son los boletos en Carmen de Patagones y La Rioja, donde los usuarios abonan solo $300, marcando una diferencia de hasta siete veces con respecto a las tarifas más altas.
Este ranking evidencia las disparidades económicas y sociales que influyen en el costo del transporte. En ciudades como Córdoba Capital ($1.200), Rosario ($1.200) y Santa Fe ($1.220), la tarifa también supera los $1.000, destacándose como zonas urbanas con costos relativamente altos.
Por el contrario, en ciudades como Mendoza ($850), Santiago del Estero ($800) y Ushuaia ($800), los boletos presentan valores considerablemente más bajos, facilitando el acceso al transporte para sus habitantes.
Necesidad de debate
La diferencia en los precios tiene un impacto directo en los bolsillos de los usuarios. En localidades con tarifas altas, como Pinamar o Bariloche, el transporte puede representar una carga significativa en los ingresos familiares. En cambio, en regiones como el AMBA o La Rioja, las tarifas subsidiadas alivian este gasto, aunque también pueden reflejar diferencias en la calidad o la frecuencia del servicio.
El cuadro de tarifas mínimas pone sobre la mesa la necesidad de discutir políticas de transporte más equitativas en el país. Aunque las particularidades locales y los costos operativos varían, la brecha entre el boleto más caro y el más barato plantea interrogantes sobre la justicia y sostenibilidad del sistema de transporte público.
En este contexto, resulta clave considerar cómo equilibrar las tarifas para garantizar un acceso justo al transporte, sin comprometer la calidad del servicio ni las finanzas de los municipios. Mientras tanto, los usuarios continúan adaptándose a un panorama de costos que difiere ampliamente según el lugar donde vivan o viajen.
El Gobierno nacional eliminó todos los subsidios que entregaba al interior del país, provocando en el año 2024 subas que superaron los 1000% en algunas provincias y que llegan a 400% como mínimo en otras.
Para recordar, en enero de 2024, la tarifa en Posadas era de $250 con SUBE o QR y $330 en efectivo, con lo cual, al precio actual de $1.050 y $1.400, se registra más de 350% de aumento.