Hace unos días, PRIMERA EDICIÓN abrió el debate sobre el incumplimiento de normas de tránsito básicas, como ser el respeto a los semáforos ubicados en diferentes zonas de la ciudad. En ese debate, fueron apareciendo aportes de los lectores, respecto a qué otras mejoras deberían producirse en el rol de conductores de vehículos en la capital misionera.
Como es sabido, desde hace ya mucho tiempo, en el casco céntrico de Posadas existe el Servicio de Estacionamiento Medido (SEM), cuyo uso es mucho más conveniente a los bolsillos antes que una playa privada, de las que trabajan y muy bien. La diferencia de precios entre ambos es muy importante.
Es que Posadas tiene cada vez menos posibilidad de estacionar en la vía pública, debido al incremento del parque automotor no solo de vehículos de cuatro ruedas, sino la proliferación de motocicletas, a las que habilitaron su espacio y aplicar también el SEM.
Pero los conductores de autos, camionetas, combis, etc. parecen no lograr ver que el Municipio pintó dársenas de estacionamiento, para que exista un orden y más personas logren un estacionamiento en el radio más urbanizado, donde se concentran comercios, bancos, estamentos públicos, etc.
¿Por qué razones, más que la desidia, dejan los vehículos afuera de las delimitaciones de espacio? Los inspectores de tránsito deberían contar con la posibilidad de sancionarlos o dejarle una advertencia, por el perjuicio que están generando a diario, en horas de mucho tránsito y en calles muy concurridas.
Parece increíble que adultos, que cuentan con licencia de conducir miren para un costado en algo tan sencillo y fácil de cumplir. Y que podría tener un impacto inmediato de ayuda para otros vecinos o visitantes a Posadas.