A pesar de que la imagen de gestión del Gobierno nacional viene cayendo sin parar en los últimos meses debido al deterioro del poder adquisitivo de la mayoría, el presidente Javier Milei sigue teniendo una centralidad absoluta que domina el escenario político.
Esta interpretación fue realizada por el consultor y politólogo, Nehuén Fariña, quien sostuvo que pasamos de un modelo donde se confrontaba el peronismo con el antiperonismo a una actual grieta entre Milei y los anti Milei.
En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, Fariña explicó que “Milei ha tomado una centralidad absoluta en el último año. Hoy la política se define si estás a favor de Milei o en contra”.
“Veníamos de lo que se conoce como un bipartidismo coalicional, es decir, peronismo-antiperonismo. Hoy hemos vuelto a un sistema medio parecido donde en lugar de ser peronismo-antiperonismo pareciera ser Milei-anti Milei. Esa es la lógica que va a primar al menos en la elección del año que viene, sobre todo en las nacionales. Bien polarizado”, dijo.
Agregó que “los partidos ya no son catalizadores de votos, no logran movilizar, sobre todo en el segmento más joven. Los escudos no existen. Hoy la tendencia es seguir más a personas que partidos”.
Pero también señaló que el mandatario no tiene sucesor ni le puede trasladar sus votos a otro dirigente: “El mileísmo no existe y ese es uno de los grandes desafíos. Milei es una persona muy popular que genera mucha conversación digital. Los votos no tienen dueño. Entonces ahí tenemos dos opciones. O se pone la campaña al hombro o logra trasladar y empoderar a otra figura”.
Caída permanente
Al respecto de la imagen del Presidente, Fariña explicó que “sigue perdiendo un nivel alarmante, sigue abriéndose flancos todo el tiempo con esa estrategia de confrontación directa de eventos hechos exclusivamente con la intención de comunicar”.
“El cierre de AFIP, por ejemplo, en términos operativos no tiene muchos cambios, pero trata de dar un golpe simbólico para recuperarse después de tres peleas perdidas: el DNU de la SIDE, jubilaciones y las universidades”, señaló.
Al profundizar en otras medidas, el especialista indicó: “Si uno hace estudios cuantitativos, hay casi 20 variables que vienen bajando estrepitosamente, sobre todo la esperanza de bienestar económico para el año que viene, lo que se conoce como prospectiva económica”.
Y precisó: “Básicamente se le pregunta a la gente cómo va a estar usted el año que viene. Mejor, peor, igual. Esa pregunta, si uno preguntaba en enero o febrero de este año, casi un 80% te decía que iba a estar mejor. Hoy con suerte es un 45%”.
En 2025 crecería Milei
A pesar de la caída de su imagen y la falta de resultados económicos, Fariña cree que en 2025 el espacio político “libertario” lograría un crecimiento “producto de una oposición muy dividida” y porque el Presidente “todavía tiene un centro muy homogéneo y muy fidelizado alrededor de su figura”.
“Estamos hablando que tiene un núcleo de apoyo muy firme de 30 puntos. Eso es prácticamente inamovible, casi como en los mejores momentos del kirchnerismo. Entonces, eso está y lo que Milei probablemente tenga va a ser mucha ganancia de diputados y senadores”, pronosticó.
En las provincias el panorama será diferente: “Cada provincia va a ser un mundo distinto. En Misiones, por ejemplo, vas a tener cuatro espacios competitivos: La Libertad Avanza, el Partido Provincial, PRO y Radicales que podría ir como Juntos por el Cambio y el kirchnerismo o el peronismo. Imaginen esa fragmentación en todas las provincias”, consideró.
Y evaluó que “los acuerdos van a ser muy sectoriales y muy específicos” en cada distrito.
Igualmente, advirtió que “Cristina eclipsa” en la oposición y sigue siendo la opositora con mejor intención de voto. “La oposición más fuerte continúa siendo Cristina por deficiencia de la propia oposición de poder construir una alternativa de gobierno”, evaluó.
Justamente, sobre la oposición, anticipó que “yo creo que no se van a unir, porque es una instancia donde están midiendo fuerzas. Vamos a tener una campaña muy fragmentada, con muchísimos partidos en distintas provincias donde se van a medir electoralmente a ver quién tiene más poder y logra consolidar un proyecto a nivel nacional”.
Sí consideró que “va a ser más posible una gran coalición de centro izquierda u opositora ya entrando al 2027. Pero, para ver cómo se ordena y quién manda, va a ser importante que todos se midan en la elección del año que viene”.
En este sentido, Fariña tomó recaudos sobre las legislativas del año próximo donde se implementará por primera vez la Boleta Única de Papel para cargos nacionales: “Va a ser un desafío, siempre deja muchas dudas porque los candidatos locales que van junto con las nacionales sufren un aumento de entre 20 y 30% de voto en blanco. Porque la gente marca a los de arriba y cree que marcó la lista completa, entonces deja vacíos los otros. Eso ocurre mucho en las elecciones de Córdoba y Santa Fe, generalmente intendentes y diputados provinciales tienen 30% de voto en blanco”.
Las medidas y el discurso
Por último el politólogo se refirió a las decisiones tomadas por el Presidente y el efecto en la opinión pública: “Milei ha instalado conceptos muy importantes como el de equilibrio fiscal, el de auditorías, el de control del Estado. Esas son de sus grandes victorias”.
Pero aclaró que “la educación pública es uno de los pocos hitos fundacionales y transversales que tiene la Argentina en su totalidad. Entonces cuando se pone en peligro la universidad pública, hay manifestaciones masivas”.
Igualmente, advirtió que la oposición “es muy tonta en los planteos que hace a Milei”. Explicó que “cuando se critican temas de gestión, como jubilaciones o las universidades, hay un apoyo de la gente a esas críticas, pero cuando la oposición empieza a criticar en bloque ideológico, ahí es cuando Milei tiene más para prometer como ese candidato que viene a renovar la Argentina”.
Si fuera asesor de Milei, Fariña indicó que debería cambiar el discurso: “En la campaña es una comunicación. Ganaste y tenés que cambiar la comunicación. Porque gobernar implica una responsabilidad donde hay que hablarle a todos”, dijo.
Y recordó que los últimos tres presidentes “se han sentido muy cómodos en esta lógica excesiva de confrontación”, enumerando a Mauricio Macri, Alberto Fernández y al actual.
“Pareciera ser una búsqueda incansable del enemigo para justificar mi debilidad en términos de opinión pública, de gestión política. Yo lo que le aconsejaría es que sea más propositivo”, dijo.
Aunque reconoció que gracias a ese estilo se ha posicionado como “una figura importante de derecha internacional, donde lo toman como referencia en lo que tiene que ver con ajustes del Estado, en restricción y ahorro fiscal, en la limpieza contra el sistema tradicional”.
“Uno incluso puede ver a personalidades del Tea Party, este espacio ultraconservador que tiene el Partido Republicano dentro de Estados Unidos, donde dicen ‘nosotros necesitamos que Trump venga a hacer lo que está haciendo Milei’”.