Un grupo de senadores de distintas provincias comenzó a trabajar en la revitalización de una idea que surgió en la primavera democrática de los años 80: mover la Capital Federal de Buenos Aires a la Patagonia.
Este proyecto, impulsado originalmente por el expresidente Raúl Alfonsín en 1986, volvió a tomar relevancia con el apoyo del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien comenzó a promocionar y gestionar el regreso de esta iniciativa histórica.
Torres, el gobernador más joven del país, es uno de los principales promotores de la idea, la cual busca trasladar la sede del poder administrativo de la Argentina a la región de Viedma (Río Negro) y Carmen de Patagones (Provincia de Buenos Aires).
Según el mandatario provincial, el proyecto tiene una “oportunidad histórica” y podría contar con el apoyo del Gobierno Nacional, que se ha mostrado dispuesto a discutir el tema.
“Todos los países modernos mudaron sus capitales. Australia, Estados Unidos, Brasil lo hicieron”, señaló Torres en varias entrevistas recientes.
Proyecto en marcha
El gobernador chubutense anticipó que el proyecto de ley ingresará pronto al Senado, aunque no precisó una fecha concreta. Sin embargo, destacó que esta propuesta, cuenta con un importante respaldo político.
Torres mencionó que el proyecto podría avanzar debido al espíritu “reformista” del actual gobierno y subrayó que la descentralización del poder es una necesidad urgente para el país.
En una entrevista con radio Rivadavia, Torres explicó que “la idea no es nueva, pero faltó volumen político en su momento”. Además, afirmó que el traslado de la capital no solo descomprimiría el centro administrativo de Buenos Aires, sino que también sería una medida concreta hacia el federalismo, aliviando la macrocefalia de la región central del país.
El gobernador también resaltó los beneficios económicos y administrativos del proyecto, especialmente en relación con el Poder Judicial, argumentando que “más del 90% de los gastos de la Justicia se ejecutan en la Capital Federal”.
No obstante, Torres reconoció que un proyecto de esta magnitud implicaría una inversión significativa en infraestructura y podría demorar entre 10 y 12 años en concretarse.
Una parte clave de la propuesta, según Torres, es que se llevaría a cabo “de manera austera”, utilizando bienes ociosos del Estado para financiar parte de la inversión. Además, sostuvo que el traslado de la capital es un tema que trasciende las divisiones partidarias, habiendo sido apoyado en su momento tanto por el radicalismo como por el peronismo.
“Viedma”:
Porque el gobernador de Chubut anunció la presentación de un proyecto para mudar la capital de Argentina pic.twitter.com/AlBQ8MoCEb— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) October 13, 2024
Torres trabaja en el proyecto de ley junto a la senadora Edith Terenzi, también de Chubut, y cuenta con el respaldo del interbloque “Provincias Unidas”, compuesto por seis legisladores de diversas provincias. Entre ellos, destacan figuras como Edgardo Kueider (Entre Ríos), “Camau” Espínola (Corrientes), Alejandra Vigo (Córdoba), Juan Carlos Romero (Salta) y Lucía Crexel (Neuquén).
El gobernador de Chubut se mostró optimista sobre las posibilidades de que la ley sea aprobada, subrayando que “en el Congreso, el número está”. El desafío principal, según Torres, es lograr la voluntad política del Poder Ejecutivo para llevar adelante el proyecto a largo plazo.
El antecedente de Alfonsín
La propuesta de trasladar la capital a la Patagonia tiene un importante antecedente en el “Proyecto Patagonia” de Raúl Alfonsín, presentado en 1986. El plan original no solo incluía el traslado de la capital a Viedma, sino también la provincialización de Tierra del Fuego y una serie de incentivos para radicar empresas en la región patagónica.
A pesar de contar con aprobación en el Congreso en su momento, la crisis económica y social que afectó al país durante los últimos años del gobierno de Alfonsín dejó el proyecto en el olvido. Sin embargo, la idea de trasladar la capital como un símbolo de federalismo y desarrollo hacia el sur siempre permaneció latente en la política argentina.
(Fuente: Infobae)