Después de un septiembre complicado para varios sectores de la producción de verduras, debido a las heladas a finales de agosto y las fuertes tormentas que afectaron gravemente a la lechuga y al tomate, se prevé que las condiciones climáticas en octubre sean más favorables para las chacras misioneras.
Una mejora en el clima podría ayudar a recuperar, al menos en parte, las pérdidas recientes, si se cumplen las proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
“Octubre históricamente presenta el promedio más alto de lluvias en nuestra región. En Cerro Azul, hemos registrado un promedio de 232,9 milímetros en los últimos 52 años. Sin embargo, las perspectivas climáticas indican un 80% de probabilidad de que, entre octubre y diciembre, experimentemos el fenómeno de La Niña, lo que podría traducirse en lluvias por debajo de lo normal. Si esto sucede, las precipitaciones serán escasas, evitando así lluvias severas que podrían poner en riesgo al sector”, explicó José Olinuk, agrometeorólogo del INTA de Cerro Azul, en una entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
A lo largo de la charla Olinuk agregó que esta situación podría ayudar a “equilibrar” la temporada, ya que, aunque la lluvia es necesaria, el exceso también puede causar daños.
“Hasta ahora, el clima ha sido relativamente favorable. En la primera semana de octubre, hemos registrado 36 milímetros de lluvia en nuestra zona, lo cual es aceptable”, indicó el meteorólogo.
Además, destacó que estamos en la época de siembra de maíz y tabaco, que están creciendo bien, y que muchos ya han plantado mandioca, la cual está brotando. Cultivos como la yerba mate y el té también están mostrando un buen desarrollo.
Escenario de sequía
Sobre la posibilidad de escasez de agua, similar a lo que ocurrió en años anteriores, Olinuk advirtió que los cultivos que más sufrirían son las hortalizas y los anuales, mientras que los perennes (yerba, té) y los forestales son más resistentes.
“Si hay falta severa de lluvias, el maíz podría verse afectado, especialmente si no llueve en el momento crítico de su floración, lo que impactaría negativamente en la producción”, afirmó.
Sin embargo, reiteró que “hemos tenido un clima dentro de lo normal en los últimos meses, con lluvias cercanas a los promedios y temperaturas apropiadas para la época. Si bien hubo algunas heladas, no fueron más intensas de lo habitual, lo que ha sido positivo para la mayoría de los cultivos, salvo en algunas áreas afectadas por tormentas o granizo”.
Por ahora, el clima es favorable para la yerba y el té, que están en plena brotación, así como para los frutales, que han comenzado a mostrar una incipiente producción.
“El tabaco ahora está creciendo resiste bastante la seca, necesita poca agua en realidad para crecer. Otros cultivos como mandioca (que también está en temporada de plantación) o las verduras, sienten bastante la falta de agua, siendo estas últimas las más sensibles”, reiteró el experto.
Consultado sobre si los productores pueden prevenirse sobre algunos efectos negativos relativos al clima Olinuk afirmó que es fundamental tener buena cobertura en los suelos, cuidar las vertientes, limpiarlas y protegerlas con vegetación.
Las tormentas destrozaron invernaderos y la producción
Aunque costó, la producción de hoja en Gobernador Roca, la cuenca de verduras más grande que tiene la provincia se repuso de las heladas y el granizo que habían diezmado los alimentos más requeridos en las ferias y supermercados: lechugas, cebollitas, acelgas y demás.
Sin embargo, la llegada de la primavera y los primeros días de octubre otras vez significaron una pérdida para esas familias productoras porque las recientes tormentas destrozaron invernaderos.
“Quienes tenían tomate perdieron todo; de los invernaderos no quedó nada y cuando eso pasa, lo que estaba bajo cubierta tampoco sobrevive. Esto todo se cuenta como pérdida porque volver a levantar la estructura significa una inversión de más de $500 mil, pero las semillas para volver a plantar son muy caras, así que por ahora lo que me dijeron es que ya no plantan mas”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN Marcelo Dziewa, de la cooperativa de Roca.
“Tampoco se vende bien”
Octubre comenzó con una fuerte tormenta que dejó enormes pérdidas a su paso; no solo innumerables familias fueron afectadas por la pérdida de sus bienes y hogares, sino que en la producción dejó un tendal de producción que no se podrá cosechar.
“Registramos voladuras de techos de invernaderos que nos va a costar a los colonos volver a levantar”, contó Graciela San Antonio, una productora de Roca.
“Se echó a perder la totalidad de la lechuga, plantines de zapallito de tronco, los tomates, que ya las compramos muy caras, especialmente las de tomate redondo. Al que le toca perder un techo de esa producción pierde mucha plata”, lamentó la mujer.
Junto con ella, Marcelo Dziewa de la cooperativa de Roca, afirmó que la situación, aparte de todo el contexto de poca venta, se pone crítica en extremo para que el productor recupere su poder adquisitivo y reponga su producción