Las manzanas, una fruta popular y disponible todo el año, suelen deteriorarse rápidamente si no se almacenan adecuadamente.
Para extender su duración y evitar que se pudran, es esencial conocer el método correcto de conservación.
Almacenamiento en Heladera o Freezer: ¿Cuál es el Mejor Método?
Muchas personas optan por guardar las manzanas en la heladera, mientras otras prefieren dejarlas en un frutero a temperatura ambiente. Sin embargo, para mantener las manzanas frescas por más tiempo, congelarlas es la mejor opción. La congelación ralentiza el proceso de descomposición y oxidación, extendiendo su vida útil.
Es importante tener en cuenta que la textura de las manzanas puede cambiar al ser congeladas, volviéndose más suaves al descongelarse debido a la formación de cristales de hielo. Este efecto es más notorio en las variedades de manzanas más blandas.
Pasos para Congelar Manzanas Correctamente
- Seleccionar manzanas frescas y maduras: Elegir variedades que se adapten a tus preferencias de sabor, ya que algunas serán más firmes que otras.
- Lavar y pelar: Lavá bien las manzanas bajo agua corriente y pelalas para mantener una textura uniforme tras la congelación.
- Cortar en rodajas o trozos: Cortá las manzanas según prefieras, removiendo el corazón y las semillas.
- Sumergir en jugo de limón (opcional): Para evitar que se oxiden, podés sumergir las rodajas en una mezcla de agua y jugo de limón antes de congelarlas.
- Empaquetar en bolsas herméticas: Colocá las rodajas en bolsas aptas para freezer, dejando espacio para la expansión durante la congelación.
- Etiquetar: Indicá la variedad y la fecha de congelación en las bolsas o recipientes.
- Congelar rápidamente: Distribuí los trozos de manera que no se peguen entre sí, facilitando una congelación rápida y mejor preservación.
- Almacenamiento prolongado: Las manzanas congeladas pueden durar varios meses si mantenés el congelador a una temperatura constante.