A fines de junio pasado, la defensa de dos jóvenes acusadas del homicidio de Ramón de Jesús Peralta (69) habían solicitado un cambio de carátula en la causa, la cual en lo inmediato y posterior podía llegar a beneficiarlas. Esto fue rechazado y la causa avanza hacia su clausura.
El jubilado había sido asfixiado presuntamente con la manga de una camisa en la habitación de su domicilio en el barrio Juan Domingo Perón de Alem. Las fuentes consultadas por este Diario indicaron que la fiscalía y el Juzgado de Instrucción 5, se opusieron al planteo defensivo para que las dos jóvenes fueran beneficiadas con una carátula más benévola que la de “homicidio simple” por la cual están imputadas. El planteo para que se considerara que ambas actuaron defendiéndose no prosperó, por lo cual fue descartada la figura de “homicidio en exceso de la legítima defensa”.
El argumento esgrimido era que las jóvenes habían intentado impedir un abuso sexual de parte de la víctima y por eso lo asesinaron. Pero según la investigación, ese planteo era fácilmente atacable. Eran tres personas jóvenes con la suficiente fortaleza física, en contra de una plausible inferioridad de condiciones de un adulto mayor.
Las mismas fuentes indicaron que la fiscal María Gisela Casafus de Castro en breve será consultada por si es necesaria alguna medida complementaria, o si ya puede requerir el juicio para las jovenes de 21 y 25 años. De esa forma la jueza Selva Raquel Zuetta cerrará la investigación y la elevará al Tribunal Penal de Oberá.
El caso tiene un tercer implicado que se encuentra en libertad. Se trata de un joven de 28 años que sigue imputado por el delito de “encubrimiento”.
Previamente hubo un intento de la firma de un juicio abreviado, en el cual ambas habían estado de acuerdo en principio, es decir, reconocían que habían matado a Peralta. Sucedió que finalmente mantuvieron la acusación sobre la otra como la autora del crimen, por lo cual no hubo acuerdo entre las partes.
El jueves 23 de noviembre pasado, desde Posadas el hijo de Ramón Peralta intentó comunicarse con su padre durante todo el día pero no hubo forma. No respondía llamados ni mensajes.
En horas de la noche viajó hacia Alem y al llegar al domicilio se encontró con personas con criaturas afuera de la casa. Ingresó a buscarlo y lo encontró sin vida en la cama, con una camisa alrededor del cuello y golpes en la cabeza. Cuando salió a preguntar a la gente que estaba afuera qué había pasado, todos se habían ido.
La policía rápidamente inició la búsqueda de los sospechosos y en el barrio 22 Viviendas detuvieron a tres jóvenes. A las pocas horas aprehendieron a otros tres, quienes son los que finalmente quedaron imputados en la causa.
De ellos, la joven de 25 años, un mes después del hecho recuperó la libertad pero domiciliaria, puesto que cursaba un embarazo de ocho meses.