El misionero Mario Ríos, integrante del equipo de fútbol para ciegos Los Murciélagos, fue agasajado este jueves por la mañana en el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (CePARD) tras haber obtenido la medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de París 2024. A pesar de la alegría por el logro, Ríos confesó que el equipo todavía siente el sabor agridulce de no haber conseguido la medalla de oro.
“Estoy feliz, si bien en su momento fue agridulce porque nosotros estábamos con la ilusión de ganar la de oro… no se dio, y bueno, de ahí no quisimos ni tocar el celular”, expresó Ríos a PRIMERA EDICIÓN. “La gran mayoría de los jugadores estábamos pasando ese duelo, todavía lo pasamos, porque si bien ganamos la de plata y estamos contentos, la ilusión cuando estábamos ahí era ganar la de oro”.
El equipo llegó a la final luego de un importante triunfo contra Brasil, pero no lograron superar a Francia en el último partido. “Veníamos muy bien cuando le ganamos a Brasil… nos faltó poquito, pero trajimos la medalla de plata y eso se valora mucho”, dijo.
A pesar de la tristeza inicial, Ríos destacó la racha positiva contra su clásico rival: “Venimos ganándoles desde 2022, así que contento con eso. Hay que seguir disfrutando porque no se da todos los días”.
Ríos, quien se convirtió en el primer misionero en ganar una medalla paralímpica, admitió que no era consciente de ese hecho: “No caía en la cuenta de que soy el primer misionero en ganar y traer una medalla. No sabía, estaba muy metido en lo nuestro“. Además, se mostró nostálgico al recordar a otros atletas, como Mariela Delgado, con quienes no pudo conversar mucho durante la competencia. “Le deseo lo mejor de acá en adelante”, comentó.
A pesar de la amargura de la final, Ríos mantiene la expectativa en el futuro. “Argentina siempre tiene que estar en el podio, en lo más alto. Ahora toca descansar unos días, aunque todavía no nos dijeron cuánto. Tengo que recuperarme de la rotura de ligamentos y empezar a pensar en la Copa América en Costa Rica“, expresó, mostrando su compromiso con los próximos desafíos.
Actualmente, Mario Ríos milita en River Plate, un logro personal que lo llena de orgullo. “Hoy me toca estar en River, que es un sueño porque soy hincha de ese club, así que más feliz todavía”, afirmó con entusiasmo. Sin embargo, el camino no siempre fue fácil para él: “Arranqué de muy abajo, con la misma historia que muchos compañeros. Entrenaba casi sin zapatillas y cuando me quedé ciego, me tocó entrenar con botellas. Pero siempre tuve la ilusión y los sueños de poder representar a Misiones y a Argentina. Hay que seguir intentando, levantarse todos los días y no bajar los brazos”.
Finalmente, Ríos recordó con emoción el momento en que regresó a su barrio en Posadas: “Cuando me bajé del auto en mi casa, ya no tenía más lágrimas porque había llorado todo contra Brasil y Francia. Fueron miles de sensaciones, mi barrio, toda la gente que me recibió, mis viejos… fue muy emocionante. Ellos saben cómo arranqué y por eso me recibieron de esa manera. La verdad, no me lo esperaba“, concluyó con gratitud.












