En el marco de la presentación del presupuesto para el año 2025, el presidente del Instituto de Previsión Social (IPS) de Misiones, Dr. Lisandro Benmaor, y miembros del directorio, dieron a conocer el presupuesto asignado para el año 2025, que alcanzará los 362 mil millones de pesos.
Este aumento del 300% en relación con el año anterior responde a la necesidad de fortalecer la cobertura y prestaciones de los 220.185 afiliados que actualmente dependen del sistema, uno de los más amplios de la provincia. El principal ingreso del IPS proviene de los aportes de los contribuyentes, que representan el 93% del total de los recursos.
El nuevo presupuesto está alineado con los objetivos de garantizar la sostenibilidad del sistema solidario que caracteriza al IPS. Este esquema asegura que, además de cubrir las necesidades de los afiliados titulares, que son 120.936, también abarque a los adherentes que dependen de ellos, “99.249 del total de 220 mil afiliados son familiares”, sostuvo Benmaor. El sistema se sostiene sobre una relación de activos y pasivos cercana al ideal, con una proporción de 3,4 activos por cada jubilado, mientras que el promedio nacional deseable es de 4 activos.
Benmaor destacó que aproximadamente el 75% del presupuesto se destina a las jubilaciones, un pilar clave de la seguridad social de Misiones.
Mientras tanto, el 25% restante se utiliza para financiar las prestaciones médicas, el funcionamiento de farmacias propias y otros servicios esenciales que el IPS ofrece a sus afiliados.
Prestaciones médicas y servicios para afiliados
Dentro del presupuesto total, más de 90 mil millones de pesos están asignados a la atención médica de los afiliados, con una cobertura que incluye desde cirugías cardiovasculares hasta tratamientos oncológicos. De hecho, el IPS realiza alrededor de 1.500 cirugías mensuales, y ha fortalecido su red de atención en toda la provincia, integrando clínicas, centros de diálisis, atención odontológica, bioquímica y servicios de prótesis.
Benmaor remarcó que el instituto cuenta con 694 médicos de cabecera, 700 odontólogos y 194 nutricionistas, quienes brindan atención en los distintos puntos de Misiones. También subrayó que el IPS ofrece más de 900 lentes mensuales a precios subsidiados, y que el tratamiento de enfermedades como el cáncer está cubierto al 100%.
Innovaciones en el tratamiento oncológico y programas de prevención
Uno de los aspectos destacados del aumento presupuestario es la continuidad en la atención integral de los pacientes oncológicos. Con 50 nuevos casos por mes y más de 3.000 pacientes bajo tratamiento en la actualidad, el IPS ha invertido en la incorporación de una auditoría externa para garantizar la provisión adecuada de medicamentos y tratamientos.
En el marco de sus programas de prevención, Benmaor anunció que se intensificarán las campañas de concientización en torno al cáncer de mama, sumando un nuevo mamógrafo para mejorar los diagnósticos tempranos. “Más prevención es igual a más salud” es el lema bajo el cual el IPS desarrolla estas acciones, con especial foco en el Mes Rosa, dedicado a la lucha contra el cáncer de mama.
Expansión territorial y nuevos servicios
El crecimiento del presupuesto también permitirá al IPS continuar con la expansión de su red de delegaciones, que actualmente asciende a 79 en todo Misiones, junto con 14 farmacias propias y cuatro policonsultorios. Estas instalaciones brindan atención directa a los afiliados, complementadas por servicios recreativos, como el complejo de Candelaria y hoteles destinados al uso exclusivo de afiliados.
Con el objetivo de mejorar la cobertura y el acceso a servicios de salud, el presidente del IPS aseguró que se seguirán creando nuevas delegaciones y ampliando los programas existentes. “El IPS no solo es una obra social, sino un motor de la seguridad social en nuestra provincia”, expresó Benmaor.
Con este significativo aumento en su presupuesto, el IPS reafirmó su compromiso con la atención integral y la expansión de sus servicios en la provincia de Misiones. El desafío será sostener el equilibrio entre las crecientes demandas de los afiliados y la capacidad del sistema para continuar brindando prestaciones de calidad, especialmente en áreas críticas como la atención médica especializada y las jubilaciones.