Desafiando las distancias y en algunos momentos; una falla técnica, el clima o la falta de oxígeno, Michel Zimmerli (28) y Eduardo Rauber (66), ambos de Puerto Rico, lograron el objetivo de recorrer y conocer: la cultura y los paisajes que se esconden en el altiplano andino. Una aventura que se inició el mes pasado cuando ambos aventureros, a bordo de un Renault 12, modelo 81 emprendieron su viaje que los llevó a descubrir el Salar de Uyuni, Cuzco, Machu Picchu y hasta la árida región de Nazca, en Perú.
En una charla con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Michel Zimmerli y Eduardo Rauber, destacaron el funcionamiento del vehículo Renault12, que se adaptó a las cambiantes condiciones del camino, les permitió llegar y vivir “la satisfacción más grande, los dos nos largamos a llorar cuando entramos en Machu Picchu: primero nos tocó subir por la escalera para experimentar lo que se siente. A las 9 de la mañana, nos presentamos en la entrada, y después pasamos por un pequeño pasillo, un túnel de piedra y de repente nos encontramos con la historia”, describieron.
En este marco, los viajeros también recorrieron la ciudad de Cuzco y conocieron su rica historia, al igual que las antiguas construcciones que quedaron del Imperio Inca y que aún despiertan el asombro de los visitantes.
Siempre estaba la inquietud de que al auto sufriera algún desperfecto, pero más allá de eso “es un tanque de guerra, tengo la convicción de que puede andar por cualquier parte y así nos llevó y nos trajo: hemos atado con alambre una Bieleta que se salió y por Perú no se consigue respuesto, pero ningún problema mayor”, contaron. A su vez, durante el recorrido realizaron anotaciones de rutas, horarios y alguna que otra vivencia con la intención, más adelante poder hacer algún documental al respecto.
Conocer el legado incaico
Cabe señalar que la cultura andina, siempre atrajo a visitantes de todo el mundo y uno de ellos fue Michel quien al visitar la famosa ciudadela sintió “una gratitud de llegar a una de las maravillas del mundo moderno y cumplir un sueño que venía hace unos años organizando y planificando. En las dos computadoras de la oficina tengo el fondo de pantalla de Machu Picchu y también en mi teléfono. Fue emocionante y muy lindo hacer la experiencia de ir caminando, de pasar calor, la falta de oxígeno y eso maximizó la experiencia, hizo que nos quedemos casi 40 minutos petrificados, llorando en la entrada de Machu Picchu por haber llegado a ese objetivo que tanto estábamos esperando”.
Aunque por otra parte, este dúo de viajeros no pudo sobrevolar las Líneas de Nazca debido a las tormentas de arena que ocurren en esa región del continente o recorrer con más tiempo la montaña del Machu Picchu, pero sin dudas, los caminos los llevarán por otros destinos de igual de interesantes: “Es una hermosa experiencia: salir nos hace también valorar la tierra de donde venimos, esto es maravilloso, lo verde, el agua y la gente que tenemos en Misiones”, cerraron.