Tras la detención de Diego “Bruja” Silveira, titular del sindicato que agrupa a peones y estibadores del Mercado Central de Misiones (MCM), el juez de Instrucción Juan Manuel Monte decidió dar un paso más. El martes a la mañana detuvo al sucesor sindical de Silveira, Gustavo Ariel “Chavo” Guerrero, también operador en el lugar.
Está, al igual que su líder gremial, acusado por múltiples denuncias de amenazas, incluso con armas de fuego, agresiones a competidores, extorsiones, cobro de “peajes” o coimas para trabajar en el predio, entre otros cargos.
PRIMERA EDICIÓN pudo saber que el Juzgado de Monte recibió al menos 27 denuncias contra Silveira y Guerrero. De ellas, 23 fueron de comerciantes del MCM y cuatro de efectivos policiales que actuaron en la detención de la “Bruja” y fueron recibidos por los agremiados con piedras y palos.
Este Diario pudo saber que a Silveira le denegaron la excarcelación el pasado viernes. Y que los operadores del Mercado pidieron a la Justicia y a la conducción del lugar que, de quedar libre el dirigente gremial, no pueda volver a pisar el Mercado Central. De igual modo con “Chavo”, bajo las mismas circunstancias.
Este Diario pudo saber que la conducción del MCM, a cargo de Fernando Toledo, que sigue sin pronunciarse sobre la gravedad de estos hechos, pidió a la Cámara de Operadores que “los dejen trabajar sin generar mayor conflictividad porque se vive una tensa calma y una situación de amenaza constante ya que la mujer de ‘Bruja’ quedó a cargo del puesto y, desde allí, motoriza a la gente del sindicato para que proteste y haga paros”.
PRIMERA EDICIÓN a su vez, tras relevar la situación, pudo saber que muchos clientes ya no van con la frecuencia con que iban a comprar, a partir de la conflictividad, lo que repercutió en las ventas.
Además, en otro encuentro entre operadores, un ministro del Ejecutivo y directivos de la Policía, se habría asumido ese compromiso de impedir el ingreso de “Bruja” nuevamente al MCM.
Trascendió que Toledo se habría comprometido a aplicarles “derecho de admisión” a ambos.
Un trabajo de inteligencia policial y judicial
Desde hace algunos años que la Justicia intenta avanzar contra Silveira y su grupo por las constantes denuncias en su contra. El caso más grave que se recuerda es un trabajador al que le rompieron las piernas con un palo por oponerse a las “reglas” que impusieron en el lugar.
Con el cambio de administración en el Mercado, de manera encubierta, trabajaron efectivos policiales y funcionarios judiciales hasta llegar a quienes se animaron a radicar denuncias concretas. Este Diario pudo saber que son mayoritariamente mujeres que, en su protección, cuentan hasta con botón antipánico al ser querellantes.
Entre los casos relatados en sede judicial, hay desde obligación a proveedores a bajarles primero mercaderías en los puestos que regentea la familia Silveira; amenazas con armas de fuego para obligar a poner personal del sindicato en los puestos para manipular la mercadería y agresiones a quienes pudieran hacerles “sombra” como competidores.
En los pasillos judiciales se habla de “la mafia del Mercado Central” respecto no solo al modo de operar, sino a la gravedad de los hechos que se van conociendo con las investigaciones. Tras el rechazo de la eximición de prisión a “Bruja”, el juez Monte definirá en las próximas horas si hace lo mismo con “Chavo”.