El 28 de agosto de 2004 se puede considerar como la fecha más gloriosa para el deporte olímpico argentino: es que ese día, las selecciones nacionales de fútbol y baloncesto masculinos obtuvieron -con pocas horas de diferencia- la medalla de oro en los Juegos de Atenas 2004.
Por la mañana de nuestro país el equipo de fútbol obtuvo la medalla de oro en la final frente a Paraguay (1-0 con gol de Carlos Tevez), después de ganar todos los partidos y terminar con el arco invicto, de la mano de Marcelo Bielsa.
Era la primera medalla de oro para Argentina en 52 años y el único título mayor que el fútbol argentino no tenía.
A las 18:31 (hora argentina), el team de básquet se ganó también la medalla de oro, convirtiéndose en el único país existente en haber desplazado a Estados Unidos de ese logro, ya que la Unión Soviética y Yugoslavia (que lo habían logrado previamente) ya habían dejado de existir para entonces.
Precisamente Argentina había logrado la gesta de “tumbar” al “Dream Team” estadounidense en semifinales y en la final superó también a Italia por 84 a 69, para quedarse con el oro.
La palomita de Emanuel Ginóbili ante Serbia y Montenegro sobre el final; el sufrimiento por los increíbles bombazos del neozelandés Pero Cameron; la volcada de Andrés Nocioni sobre Yao Ming ante China; la aparición salvadora de Walter Herrmann frente a Grecia; el pase de faja de Hugo Sconochini y la recepción a una mano de Alejandro Montecchia ante EEUU; y el remate a dos manos de Luis Scola -gentileza de “Pepe” Sánchez– en los últimos segundos de la final con Italia son recuerdos imborrables de un torneo histórico.
Los diarios argentinos destacaron el hecho de que el himno nacional argentino hubiese sido interpretado dos veces ese día, por primera vez en la historia, y que hubiese sucedido en los dos deportes más populares del mundo.
Además, durante la mañana, Carlos Espínola y Santiago Lange habían obtenido la medalla de bronce en vela, en la clase Tornado.
Por la magnitud de los logros deportivos obtenidos ese 28 de agosto de 2004, varios medios sostuvieron que se trató del día más importante de la historia del deporte argentino.