El miércoles, por segunda vez en tres años, se declaró que la viruela símica, o viruela del mono, es una emergencia de salud de importancia internacional, al tiempo que la Organización Mundial de la Salud instaba a actuar ante un virus que se propaga con rapidez por más de una decena de países africanos. Luego de esto, el viernes para ser más exactos, el Ministerio de Salud argentino evaluó la situación epidemiológica a nivel local, donde se registraron cinco casos en lo que va del año, y decidió reforzar los controles en los aeropuertos argentinos.
El brote es más grave en la República Democrática del Congo, donde se han registrado 15.600 casos y 537 muertes, según la agencia de la Organización de las Naciones Unidas. La epidemia de la viruela símica ya es más mortífera que la de 2022, la ocasión más reciente en la que se anunció una emergencia de salud.
Esto es lo que hay que saber sobre la viruela símica, que se solía conocer en inglés como monkeypox antes de que las autoridades sanitarias, en respuesta a quejas sobre el uso de la palabra “mono”, recomendaran en 2022 su nombre actual en inglés, mpox:
Qué pasa en África que provoca tanta preocupación
El número de casos ha aumentado drásticamente. La semana pasada, los CDC de África reportaron que la viruela símica ya ha sido detectada en por lo menos 13 países africanos. La agencia señaló que los casos han subido 160% y las muertes 19% en comparación con las cifras registradas en el mismo período del año pasado.
Hace unos meses, científicos reportaron que había surgido una nueva cepa en una localidad minera congoleña que puede matar hasta el 10% de las personas y podría propagarse con mayor facilidad.
A diferencia de los brotes anteriores de viruela del mono, en los que se observaron lesiones principalmente en el pecho, en las manos y en los pies, la nueva versión de la viruela símica causa síntomas menos intensos y lesiones en los genitales. Esto hace que sea más difícil de detectar, lo que significa que las personas pueden contagiar a otras sin saber que están infectadas.
La OMS indicó que la enfermedad se ha detectado en 13 países, entre ellos por primera vez en naciones de África oriental, como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Todos esos brotes estaban relacionados con la epidemia en la República Democrática del Congo donde se registró el 96% de las muertes por esta enfermedad. Hay preocupación por la posible propagación de la enfermedad dentro y fuera de África.
Diferencia entre el brote actual y el del 2022
Durante el brote mundial de viruela símica en 2022, la gran mayoría de los casos eran de hombres homosexuales y bisexuales, y el virus se propagó principalmente a través de contactos cercanos, incluidas las relaciones sexuales. Aunque se han observado algunos patrones similares en África, ahora niños menores de 15 años representan más del 70% de los casos de viruela símica y el 85% de las muertes en la República Democrática del Congo.
Previo a su reunión de emergencia, el titular de la OMS señaló que los funcionarios estaban haciendo frente a varios brotes de viruela del mono en diversos países con “distintas formas de transmisión y diferentes niveles de riesgo”.
“Frenar estos brotes requerirá una respuesta integral y a la medida”, afirmó.
Greg Ramm, director de Save the Children en la República Democrática del Congo, dijo que esa organización estaba especialmente preocupada por la propagación de la viruela símica en los atestados
campos de refugiados del este, e hizo notar que había 345.000 niños “hacinados en tiendas de campaña en condiciones insalubres”. Comentó que el sistema sanitario del país ya estaba “viniéndose abajo” bajo la presión de la desnutrición, el sarampión y el cólera.
La doctora Boghuma Titanji, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory, dijo que no está claro por qué los niños se ven afectados tan desproporcionadamente por la viruela símica en la República Democrática del Congo. Señaló que podría deberse a que los menores son más susceptibles al virus o que ciertos factores sociales, como el hacinamiento y la exposición a padres que contrajeron la enfermedad, podrían explicarlo.
Por su parte, para la asesora sobre enfermedades infecciosas emergentes de Médicos Sin Fronteras, Sylvie Jonckheere, existen diferencias entre los brotes de las distintas regiones y países, dependiendo de
las circunstancias de cada comunidad. Pero tienen una característica común, dijo: “No sabemos cómo controlarlos”.
Ante la amenaza de propagación mundial, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han advertido a los profesionales médicos y a la población del país que permanezcan
en alerta máxima.
Cómo podría frenarse la propagación
El brote del 2022 en decenas de países fue contenido en gran medida con el uso de vacunas y tratamientos en países ricos, además de convencer a la población de que evitara comportamientos de riesgo. Pero en África apenas ha habido vacunas o tratamientos disponibles al público.
Michael Marks, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo que la inmunización probablemente ayudaría, incluido el vacunar a la gente contra la viruela, un virus relacionado. “Necesitamos grandes suministros de vacunas para que podamos vacunar a las poblaciones en mayor riesgo”, comentó, y añadió que eso abarcaría a los trabajadores sexuales, a los niños y a los adultos que viven en regiones donde se han registrado brotes.
La República Democrática del Congo ha dicho que se encuentra en negociaciones sobre posibles donaciones de vacunas, y ha recibido un poco de ayuda financiera por parte del Reino Unido y Estados Unidos. Mientras que la OMS ya ha liberado $1.45 millones de dólares de su fondo de emergencias para
contribuir a la respuesta a la enfermedad en África, pero señaló que necesita unos $15 millones de dólares iniciales para financiar esa respuesta.
¿Qué significa una declaración de emergencia?
La declaración de emergencia de la OMS pretende incitar a los organismos donantes y a los países a tomar medidas. Pero la respuesta mundial a declaraciones anteriores ha sido desigual. El director general de los CDC de África, el doctor Jean Kaseya, dijo que la declaración de la agencia de la existencia de una emergencia de salud pública pretende “movilizar a nuestras instituciones, nuestra voluntad colectiva y nuestros recursos para actuar rápida y decididamente”. Pidió ayuda a los socios internacionales de África, y señaló que, en gran medida, el creciente número de casos en el continente ha sido ignorado. “Está claro que las actuales estrategias de control no funcionan y que hay una evidente necesidad de más recursos”, dijo Michael Marks, profesor de medicina de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. “Si una (declaración de emergencia mundial) es el mecanismo para desbloquear estas cosas, entonces está justificada”, afirmó.