Como todos los días, los niños que concurren a la escuela 432 Pedro Núñez de San Vicente iniciaron la jornada educativa con normalidad, pero al prender las estufas se produjo ayer en la institución un principio de incendio que llevó a suspender las clases. Por tal motivo, los padres se reunieron en la institución para ver la manera de juntar fondos y reparar por su cuenta la precaria infraestructura escolar.
Compartieron que todo el cableado eléctrico no soporta la calefacción y que las paredes de madera ya no pueden sostener la jornada educativa cuando hace mucho frío o en temporada de lluvias.
“Cables en muy mal estado”
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN una de las madres de la escuela, Paola Rivas, contó que la situación de esta institución hace tiempo es objeto de preocupación para la comunidad. Sin embargo, advirtió que “esto ya es una vergüenza, está a punto de caerse todo”.
Acerca del incidente de ayer, detalló que “los chicos fueron temprano a estudiar y como se prenden las estufas, porque nosotros con lo que juntamos las preceptoras compraron estufas por el frío, y como los cables están en muy mal estado, todos dañaditos, se prendieron las estufas y empezó a derretirse todo y a prenderse fuego. Entonces nos cortó toda la luz y ya no pudieron tener clases”.
Para lo que resta de la semana, indicó que repararon la falla porque “los chicos tienen que ir igual a la escuela, pero no pueden utilizar la estufa”. Acerca de estos arreglos en la parte eléctrica de la escuela, comentó que vinieron desde la Municipalidad para arreglar la luz, pero “añadieron todo para que haya luz, para que encienda los focos y listo, cuando realidad hace falta un cambio de cables”.
Respecto al establecimiento, que cuenta con una población numerosa, compartió que “esa escuela tiene 67 años, es una de las escuelas más vieja de todas las escuelas de acá de San Vicente, una de las primeras”.
Por la cantidad de chicos que asisten a este establecimiento y las precarias condiciones edilicias explicó que “incluso ahora se cambiaron los chicos de quinto donde era el comedor y están dando clases ahí”.
Las demás divisiones debieron organizarse en los lugares disponibles, compartiendo espacios y “están todos mezcladitos así para poder estudiar, pero no casi no pueden correr la silla, apenas se pueden levantar y salir del aula”.
En cuanto a las mejoras necesarias en esta escuela, ubicada en barrio San Isidro, señaló que “se necesitaría todo de cero, porque es una escuela rancho, es una vergüenza y está todo mal”. Ayer, durante la reunión de tutores, “decían los demás padres que las escuelas de las colonias están en mejores condiciones que nuestra escuela”.
Sumado a que por el intenso frío y las precarias condiciones los padres pagaron las estufas, afirmó que “cuando el tiempo está muy feo o hace mucho frío los chicos no van, porque no se puede estar ahí”.
Tomando en cuenta todo lo sucedido y un contexto que no es nuevo en esta comunidad, los padres decidieron comenzar a sumar propuestas para conseguir por su cuenta fondos para reparaciones. A su vez, lamentaron que fue necesario llegar a un punto tan crítico, como el sucedido ayer con el principio de incendio, para visibilizar un reclamo que no es nuevo: la necesidad de aulas nuevas, baños en buenas condiciones y una instalación eléctrica que no ponga en riesgo a los alumnos.