Recuperar el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), organizarse y dar respuesta a las medidas de desregulación del sector yerbatero fueron los principales tópicos presentados durante el conversatorio “Situación Yerbatera en Misiones”, organizado por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma y que contó con la participación de referentes y organizaciones agrarias y sociales.
“Empezamos en este momento un proceso de debate con todos los compañeros y por qué no, de medidas de fuerza que posibiliten volver a retomar el INYM con todas sus funciones, como era anterior al DNU”, expresó Salvador Torres, presidente del Movimiento Agrario de Misiones (MAM) en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, respecto a la actividad que tuvo lugar en el edificio central de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.
Ya lejana parece la publicación de aquel DNU, por parte del Gobierno nacional que empezó con la quita de facultades del INYM y que fue ratificado días atrás, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial.
“Acompañando a esa visión, a esa decisión del Gobierno nacional, las empresas monopólicas del sector provocaron una fuerte caída de los precios de la hoja verde. En diciembre, hablábamos de una yerba a 500 pesos el kilogramo de hoja verde y hoy, ya llegando prácticamente al final de la cosecha, estamos hablando de 200, 180 pesos por kilo de hoja verde”, agregó Torres, que fue uno de los oradores de la noche.
Acompañaron a Torres en el panel la investigadora del Conicet, Delia Ramírez, Ana Cubilla de la CTA, el presidente de APAM, Hugo Sand, y Diego Ledesma del FENAT- CTA.
“Como organización, creemos que esto ha sido un golpe durísimo a una conquista histórica, a una conquista popular, como fue la creación del Instituto de la Yerba Mate y que esto definitivamente merece una respuesta de los productores, de todos los sectores involucrados en esta situación y estamos dispuestos a hacer lo necesario, a tomar las medidas de fuerza necesarias”, enfatizó Torres.
Hugo Sand, por su parte, llamó a las organizaciones y a los productores a reunirse, a “volver a las calles, las aulas y las plazas que es donde suceden las cosas”.
El productor de Guaraní y referente histórico de la lucha agraria, explicó cómo la situación yerbatera siempre estuvo presionada por el poder de turno, desde la masacre de Oberá, pasando por la desregulación de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y llegando a la actualidad.
“El mercado de la yerba mate es un mercado imperfecto”, enfatizó, “tenemos un universo de oferentes de más de 300.000 productores, en el medio los secaderos que miran un poco de costado la situación y en el otro extremo no más de cien molinos, de los cuales entre dos correntinos (Las Marías y Colonia Liebig) manejan el 50% del mercado y, si sumamos a Puerta, son tres los industriales que fijan el precio de la hoja verde”, detalló.
Según el productor, desde el inicio de la cosecha a principio de año, a la fecha, perdieron alrededor del 65% de ganancia, debido a la caída del precio de la hoja verde y la inflación.