El actual directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) expulsó al director por la producción, Jonas Petterson, por presuntas incompatibilidades del cargo. Sucede que el dirigente yerbatero, cercano al oficialismo provincial, tuvo un contrato en la Legislatura provincial como asesor de su hermano, entonces diputado, Julio Petterson.
No obstante, el reciente desplazado del instituto yerbatero alegó, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, que los argumentos que usaron sus colegas para primero suspenderlo y después echarlo del ente nacional no son válidos, ya que alega que la ley del INYM especifica que los directores por el sector privado no pueden tener cargos, ni por designación, ni por elección.
“Yo nunca tuve ninguna designación, ni fui electo a ningún cargo político”, explicó Petterson y agregó que “lo que ellos alegan es que yo tenía uno de estos cargos y yo negué totalmente eso. Sí tuve un contrato, pero la ley del INYM también dice que los directores del sector privado tienen que trabajar ad honorem en el instituto, entonces no me pueden impedir que yo tenga un contrato a término para poder ganarme la vida también, porque si bien soy productor yerbatero, tengo que abandonar mi actividad para cumplir mis funciones como director y tampoco dice nada la ley al respecto”, argumentó.
Según el productor, el argumento fue solo una justificación para su desplazamiento, ya que las relaciones venían desgastadas desde hace tiempo y que fue uno de los motivos que lo llevó a renunciar como director a cargo del instituto, mientras esperaban la designación de un presidente que, meses después, todavía no llega.
“Manteníamos una relación más cercana con los directores, pero yo fui muy crítico del Gobierno nacional cuando tomó la decisión de quitarle las atribuciones de fijar precio y generar equilibrio al INYM y por ahí eso sí pudo causar un enojo”, reflexionó.
“En ese sentido, creo que la ley del INYM es un poco contradictoria porque que una persona no ocupe un cargo no quiere decir que no va a tener un sentimiento político por un lado o por el otro”, agregó.
En esa línea, aseguró que consirdera que su desplazamiento tuvo que ver por su ideal político y por el que tienen algunos directores, los cuales no comparte. “Para mí, la situación que está pasando hoy el productor misionero es consecuencia de ese libre mercado”, argumentó.
Respecto al repentino llamado a elecciones para renovar el directorio, señaló que descree que se trate de una maniobra relacionada a su expulsión y que, de hecho, la considera una medida acertada. “Yo considero que haber llamado a elecciones fue una decisión muy acertada. Nuestro mandato termina ahora a fin de mes (el mío terminó antes, obviamente) y creo que, en esta etapa que se viene el INYM debe elegir nuevas autoridades que no estén desgastadas y que tengan otro ánimo de trabajar, porque la verdad que el ánimo ya no era el mismo a como era cuando iniciamos en el directorio, con mucho entusiasmo”, afirmó.
Además, entiende que el cambio de gobierno a nivel nacional amerita un cambio en el pensamiento dentro del directorio y que haya gente que tenga una “mirada más amigable”, con el Ejecutivo nacional.
“La verdad es que considero que yo no soy esa persona y para mí es mucho más importante que el INYM tenga alguien al frente que lo sostenga, por lo menos durante el tiempo que se viene, para que después el instituto se pueda volver a reconstruir ya que es la única herramienta que nos va a sacar de la situación que estamos viviendo en el sector productivo, sobre todo en la provincia de Misiones”, sentenció.
Cambios de ánimo
La ruptura en las relaciones, entiende Petterson, empezaron cuando él, todavía al frente del instituto como director a cargo, empezó a insistir en que se fije el precio, tomando la herramienta que les dio el juzgado Civil y Comercial 5 de la Provincia.
“La industria no acompañó, pero tampoco hicieron mucho esfuerzo mis colegas para que fijemos algún precio o que mandemos a alguna especie de laudo o consulta nacional”, especificó y agregó que tampoco hubo un ánimo de mejorar la imagen del INYM.
“Fue muy mezclado todo el tema político con el INYM, con nosotros, con todo, una cosa que no se entendió porque se dio todo tan rápido, que fue en un año electoral y dañó todito. La idea era dar una mejor imagen con los medios y no fue acompañada, me sentí traicionado por mis colegas”, finalizó Petterson.