Los últimos resultados del relevamiento larvario que se hizo en Posadas mostraron que el Aedes aegypti está muy lejos de abandonar los barrios y, con éste, la presencia del dengue sigue muy activa. Tanto, que la comuna capitalina apeló a las fumigaciones preventivas en diferentes puntos de Posadas.
Un dato no pasó desapercibido en las conclusiones preliminares: tachos, baldes y otros recipientes en los patios y lugares abiertos son el foco principal de desarrollo de la larva del mosquito transmisor del dengue.
Por no tomarnos un tiempo para dar vuelta los elementos, para que no acumulen agua; de no lavar correctamente los mismos cuando están con agua de algunos días y podrían haber sido espacio elegido para reproducirse por parte del Aedes aegypti, podríamos tener con los primeros calores de la primavera el inicio de una difícil etapa nuevamente de dengue.
Incluso, las alarmas sobre la situación llevaron a pensar a algunos especialistas a que el ciclo de los brotes se podría alterar y no seguir el ciclo del trienio o cuatrienio.
Evidentemente, el dengue nos sigue acechando aun con el intenso frío de la última semana. Y nuestra prevención parece haber bajado la guardia sobre la enfermedad que, este año, se llevó la vida de muchas personas de diferentes edades, preferentemente mujeres según las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud.
No bajar “la guardia” epidemiológica nos permitirá evitar un nuevo y peligroso ciclo de proliferación, sin olvidar la vacunación gratuita que el Estado provincial sigue implementando de 20 años en adelante.