A pesar de no reportarse contagios de dengue en Misiones (según el Boletín Epidemiológico Nacional, en las últimas cuatro semanas se notificaron 14 casos en el NEA, pero fueron en Chaco y Corrientes), desde el Municipio de Posadas avanzan con los operativos de fumigación preventiva en los hogares y zonas aledañas de potenciales sospechosos. También sumaron a los cadetes de la Policía para asegurar el ingreso a los hogares y permitir la eliminación de elementos en desuso.
Todo esto se debe a que en el último Levantamiento Rápido de Índices de Aedes aegypti (LIRAa) los números se mantienen altos en prácticamente toda la comuna posadeña, con un índice por vivienda de 9,6% y un índice de Breteau (número de recipientes positivos por cada 100 casas) de 12,2%. Este índice por vivienda quiere decir que de cada 100 casas, en 10 se encontraron criaderos de mosquitos, de acuerdo a los datos a los que accedió PRIMERA EDICIÓN de la Dirección de Epidemiología y Vigilancia de Posadas.
Acción y alerta
Según indicó a este Diario el secretario de Salud y Calidad de Vida de la Municipalidad de Posadas, Matías Orihuela, “realizamos estos operativos de mañana y de tarde. Lo que vamos haciendo con este relevamiento es ir buscando el posible sospechoso de enfermedad de dengue”.
Además, indicó que “se dialoga con el vecino en este sistema de bloqueo y en caso de encontrar un posible sospecho lo que hacemos es desarrollar todo el proceso de fumigación”.
Para evitar los criaderos de mosquitos, “ingresamos a los hogares y realizamos la limpieza, la toma de muestras de los diferentes materiales, recipientes, residuos y a su vez trabajamos con descacharrado”.
Resaltó que desde el Municipio se trata de “abarcar y trabajar fuertemente en lo que es lucha contra el dengue y más que nada en lo que es la concientización, la educación y la información al vecino”.
Sin lugar a dudas este operativo busca evitar un nuevo brote epidémico en la ciudad, manteniendo activos todos los mecanismos de control y acción incluso durante el invierno.
Sin embargo, también hay riesgo con las “fumigaciones preventivas” porque no solo fomentan mayor resistencia a los insecticidas existentes en el mercado de los vectores, obligando a usar cada vez venenos más fuertes; sino que además se elimina un montón de otros insectos (entre ellos abejas, grillos y chicharras) y se altera el medioambiente.
Macetas, floreros y bebederos
Puntualmente sobre el último LIRAa, Orihuela recordó que “la recogida de las muestras fue en abril, normalmente se hace tres veces al año este levantamiento rápido de índice de Aedes aegypti, en el que se trata de ver la dinámica poblacional de los vectores del dengue. Se buscan en un tiempo determinado los índices de infestación, una estadística, con un relevamiento de diferentes conglomerados o estratos, que son doce, en donde se organiza un cronograma, se ingresa al hogar y se toman muestras de diferentes lugares”.
Durante este estudio en Posadas, detalló que ingresaron a “14.000 hogares más o menos”. En ellos, aseguró que pudieron “observar que se encontraron larvas, huevos, en baldes, en tachos de uso cotidiano. El mayor porcentaje que encontramos dentro de los hogares fue en macetas, en floreros y en bebederos de los animales”.
“Larvas y huevos en toda la ciudad”
Matías Orihuela afirmó que en los sectores donde estuvieron los agentes, “encontraron un mapa bastante homogéneo, porque en la mayoría de los barrios encontramos bastantes huevos o larvas en estos recipientes o en este tipo de lugares”.
En este sentido, admitió que “no hay un barrio o varios barrios en los cuales pueda decir haya una gran diferencia. Básicamente, hemos hallado que hay un equilibrio, con larvas y huevos en bastantes partes de nuestra ciudad”.
La misma foto que el año pasado antes del brote
A su vez, el secretario de Salud comentó que en comparación “son muy parecidos los datos entre el LIRAa anterior y éste, no hay grandes cambios. Cuando uno mira la curva, esta se mantiene, no hubo un crecimiento, ni una disminución”.
Además, destacó el importante trabajo en prevención que se organiza desde la comuna posadeña. En este sentido, señaló que tuvieron “un pico importante en enero y febrero, a partir del cual justamente se viene trabajando para evitar que se repita”.
En los operativos, relató que han retirado casi 900 toneladas de recipientes que están en desuso, que son potenciales criaderos y se procedió con fumigación en las casas y áreas peridomiciliarias.
En materia de acciones barriales, mencionó que “todos los miércoles tenemos operativos integrales de salud, con un equipo multidisciplinario donde vamos por diferentes barrios y chacras, donde llevamos todas las prestaciones y los servicios”.
Entre las prestaciones, relató que van desde vacunación a atención médica, pediátrica, salud animal y gestiones administrativas.
Barrios con mayor riesgo
En este último operativo de Levantamiento Rápido de Índices de Aedes aegypti (LIRAa) en Posadas se visitaron 14.514 viviendas y 387 baldíos, se encontraron 6.266 casas cerras y en 1.729 no los dejaron ingresar. Se trabajó en 6519 viviendas.
Aunque el LIRAa constató la presencia extendida de huevos y larvas de Aedes aegyti en los barrios de toda la ciudad, en algunos de ellos la población del mosquito en su estado larvario es mucho mayor: como en las Chacra 21 (barrio 25 de Mayo) donde se relevó un índice de vivienda del 29,4%; en la Chacra 15 27,3%, en la Chacra 17 un índice de 21,4%. En otros barrios, como Villa Blosset, El Palomar y la Chacra 16 se pudieron relevar muy pocas casas porque los operarios se encontraron con la mayoría de las viviendas cerradas y, en el 50% de estas encontraron criaderos positivos.
El descacharrado elimina menos de un tercio de potenciales criaderos
El 66,85% de los criaderos de Aedes aegypti que se encontró en los domicilios y peridomicilios de Posadas estaban en macetas, floreros, platos y bebederos de animales. En segundo lugar, con un 12,99% están los criaderos hallados en elementos en desuso para tirar y en tercer lugar con un 11,74% en cubiertas, neumáticos y cámaras. En cuarto y quinto lugar, con 4,63% y 3,44% de los criaderos, se encuentran los depósitos de tanques bajos y cisternas y las piscinas, fuentes y canaletas.
El LIRAa posibilita caracterizar la funcionalidad de los recipientes detectados como criaderos, permite conocer más al mosquito y también, según admiten las autoridades municipales, permite “comprender que la mayoría de los criaderos no podrán ser eliminados por el descacharrado, por lo que se deben fortalecer las acciones de concientización en la comunidad”.