Las fichas no dejan acomodarse puertas adentro del gobierno de La Libertad Avanza. Luego de más de un mes de especulaciones, la oficialización de Federico Sturzenegger al frente del flamante Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado parece abrir definitivamente la “fase 2” del plan anunciado por Javier Milei tras la sanción definitiva de la Ley Bases en el Congreso.
Luego de siete meses de orbitar el poder sin un rol definido, el economista ultraliberal pudo terminar de asegurarse un lugar en el gabinete libertario reestructurado tras la caída en desgracia del exjefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Hace semanas que Sturzenegger venía reuniéndose con distintos funcionarios del oficialismo para terminar de definir las bases y condiciones para su tercera aventura al frente de un cargo público en más de veinte años.
Sin embargo, el final de la novela llegó recién después del cara a cara de más de tres horas que mantuvo con el Presidente el jueves pasado en la Quinta de Olivos. A partir de ese momento, quedó estipulado que contaría con tres áreas bajo su ala, que hasta el momento se encontraban dentro de la Jefatura de Gabinete: Transformación del Estado, Simplificación del Estado y Empleo Público.
“Se tardó más tiempo para delimitar bien todas las funciones y objetivos”, justificaban este viernes en Casa Rosada acerca de las demoras en la designación de Sturzenegger, que había sido anunciado a finales de mayo.
Sin embargo, el desembarco formal a las filas libertarias de una figura con peso propio generó demasiadas dudas en el entorno de Milei, consciente de la característica voracidad de quien fuera presidente del Banco Central en tiempos de Mauricio Macri.
El rango y las atribuciones del área que tendrá a cargo Sturzenegger fue uno de los principales desvelos de Santiago Caputo. En la mesa chica del Gobierno veían como una jugada arriesgada, por ejemplo, otorgarle al economista la potestad para delinear la política de privatizaciones.
Por eso, fue el ascendente asesor presidencial el que se encargó especialmente de ocupar con un hombre de su confianza la estratégica Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado. Allí designó al abogado mendocino Diego Chaher, que tiene responsabilidad de definir un plan para las empresas públicas.
Ministerio “chiquitito”
La nominación de Sturzenegger se hizo efectiva a través del decreto 586/2024 publicado este viernes en el Boletín Oficial, que le otorgó a su novel cartera 27 funciones.
Sin embargo, en Casa Rosada le bajaban el precio a su nuevo rol al aducir que el ministerio que comandará es “chiquitito”.
Una definición que es leída por muchos como un intento más de no atizar el fuego de la discordia entre el ideólogo de la Ley Bases y el actual ministro de Economía, Luis Caputo.
Desde el principio, todos los esfuerzos del Gobierno estuvieron puestos en lograr que el cargo asignado a Sturzenegger no invada el terreno del titular de la cartera económica.
Los resquemores entre ambos son conocidos y fueron tema de conversación pública a lo largo de las últimas semanas. Fue “Toto” quien lo reemplazó en 2018 cuando el expresidente Mauricio Macri lo expulsó del Gobierno. Para el asesor económico de Milei, Caputo fue uno de los responsables de haber modificado las metas inflacionarias, en diciembre de 2017, que muchos identifican como el comienzo del fin del plan económico de Cambiemos.
Dato de color: Milei fue otro de los mayores críticos de esa jugada. Lo cierto es que el exsecretario de Política Económica del gobierno de Fernando De la Rúa llega al Gobierno en uno de los momentos más delicados de la gestión económica de Caputo.
Igual que en 2018, cuando sucedió a Sturzenegger en el Banco Central, el ahora ministro de Economía niega que sea necesaria una devaluación, pero el mercado vuelve a insistir en que sí y la incertidumbre en torno al tipo de cambio se acrecienta. Todo el oficialismo está alineado detrás de la premisa de no alarmarse y confiar en los designios de “Toto” Caputo.
Con la inclusión de Sturzenegger, que jurará este viernes a las 18, el gabinete volverá a tener ocho ministerios. Pero el nuevo organigrama del gabinete se terminaría de configurar recién la semana que viene, cuando se publique un decreto que no solo confirmará que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, seguirá manteniendo bajo su órbita la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. También se dará a conocer, finalmente, la reestructuración de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ahora bajo el mando de Sergio Neiffert.