La protesta salarial de mayo, encabezada principalmente por policías, docentes y sectores de salud pública, expuso ante la vista de todos una interna subterránea que venía en ebullición y terminó por explotar entre los dirigentes gremiales que conducen el gremio Asociación de Trabajadores del Estado y la Central de Trabajadores Argentinos en Misiones.
Las diferencias habían comenzado el año pasado, en el proceso electoral, cuando no se logró una lista de consenso y, desde entonces, la unidad que venían mostrando en sus acciones terminó. Por un lado se fue Jorge “Koki” Duarte, quien era secretario general de ATE y buscaba la reelección; y por otro Miriam López, que era la segunda del gremio, secretaria adjunta, y obtuvo adhesiones para encabezar una lista.
Desde entonces la ATE se rompió y comenzaron las diferencias, primero silenciosas y luego cada vez más expuestas, hasta el punto de cruzar insultos, empujones y golpes entre integrantes de los dos sectores, en mayo pasado, durante una negociación salarial en el ingreso del Ministerio de Salud.
En ese contexto, Miriam López denunció a “Koki” Duarte en la Fiscalía Penal de Posadas por desconocer a la conducción del gremio, impedirle “sistemáticamente el desempeño de las funciones” y hostigar a la comisión directiva en diversas oportunidades.
Elecciones, inicio del quiebre
Las elecciones de 2023 arrojaron un triunfo de Miriam López como secretaria general de ATE, provocando una protesta del espacio encabezado por “Koki” Duarte y Juan “Chito” Pasamán, lo cual obligó a los afiliados a votar nuevamente por disposición de la Junta Electoral. Pero el resultado se repitió, incluso se amplió la ventaja.
López venía de ser secretaria adjunta del gremio durante dos mandatos, primero con Miguel Fariña y luego con “Koki” Duarte. Durante ese tiempo participó en la mayoría de las actividades, las negociaciones y las asambleas, logrando un posicionamiento que le trajo apoyo para encabeza una lista.
Los que impulsaron la lista de López aseguran que “Koki” Duarte estuvo esos años de su mandato en Oberá, siendo integrante de la Comisión Directiva de la CELO (Cooperativa Eléctrica) y descuidó la actividad gremial. “Por eso, a la hora de elegir al nuevo secretario general del gremio, la amplia mayoría de los compañeros y compañeras le reconocieron el trabajo y respaldaron a Miriam”, dijo un referente cercano a la secretaria general.
Antes de las elecciones hubo una instancia política de negociación entre los dos espacios. Fue el 22 de abril de 2023 y la gran mayoría de los que concurrieron también apoyaron a López.
Desde entonces, Duarte y Pasamán se endurecieron en el sector Salud, que es el área que siempre manejaron y presentaron una dura interna a la conducción de López.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, Duarte señaló que “las elecciones no fueron la causa de la división, ellos ganaron y nosotros respetamos eso, pero en febrero empezaron a cerrar acuerdos paritarios a la baja, perdiendo contra la inflación; y nosotros pretendemos seguir luchando por el salario de los compañeros”.
“Veníamos debatiendo la postura de la organización a la hora de discutir con el patrón. Había un grupo más dialoguista (López y Norberto Godoy, sec. adjunto), y otro que veníamos de Salud Pública, discutiendo al Gobierno en materia salarial y laboral. Esa disputa tenía que ver con un planteo como carrera administrativa, respetar la carrera sanitaria. Habíamos hecho estudio salarial que demostraba que había sectores que tenían privilegios y otros que veníamos por debajo de la pobreza”, expresó Duarte.
La conducción de Miriam López firmó acuerdos en febrero por 22%, en marzo no hubo negociación y en abril ATE no firmó (no aceptó) y el Gobierno instrumentó un 16% en forma unilateral.
Luego, explicó Duarte, “en mayo se sientan a discutir y vuelven a firmar a la baja. Ahí nosotros empezamos medidas de acción directa, paros. El 21 tenían mesa salarial y firman 28% (20% recomposición y 8% equiparación porque IPS ganan más que Salud). En ese entonces necesitábamos 72 para empatar a la inflación”, dijo.
Ahí se produce confrontación, los delegados de Salud Pública, encabezados por “Koki” Duarte y “Chito” Pasamán impidieron a la conducción de ATE que se firme ese acuerdo, que luego fue firmado en Hacienda, y comenzaron un acampe reclamando un 100% de aumento en la esquina de Junín y Tucumán.
El 22 de mayo comienza el acampe, que duró 17 días, exigiendo un nuevo incremento para junio, que se firma el 9 de junio por 12,5%. “Ellos iban a volver a reunirse recién el 25 de junio y nosotros presionamos, mediante el acampe, para lograr ese aumento firmado el 9”, dijo Duarte.
Desconocen al gremio
La secretaria general de ATE, Miriam López, respondió que “ese 12,5% el Gobierno otorgó a todos los sectores, no fue un logro de Salud” y agregó que “ellos pedían 100% y terminaron festejando 12,5%. Queda claro que lo único que querían era romper el diálogo porque alguien que pide 100% y después festeja 12,5% no tiene coherencia”.
Las paritarias de ATE con el Gobierno provincial totalizaron, en los primeros seis meses, un 22% en febrero; 16% en abril; 28% en mayo y 12,5% en junio, totalizando 68,5%.
“Koki” Duarte dijo a PRIMERA EDICIÓN “acá el planteo de fondo es que hay reparticiones que tienen más privilegios que otras. Cuando todas reciben un adicional, esas reparticiones se multiplica por más. Esa discusión le planteamos al ministro (Adolfo) Safrán, de Hacienda”.
“Nosotros cuando pedimos 100% no era improvisado sino sustentado en la pérdida de poder adquisitivo” remarcó y agregó que “tenemos planteos históricos a los ministros, que democraticen las relaciones laborales, que se respete la carrera administrativa, la carrera de Salud, los convenios colectivos”.
En respuesta a esto, Miriam López, explicó que “ningún gremio le ganó a la inflación en 2024 porque los primeros meses de la era Milei fue un desastre la suba de precios, ninguna provincia sacó 100% en los primeros cinco meses como ellos pretendían”.
“Acá el problema es que no quieren perder el poder de negociación en la mesa salarial de Salud, que es la columna vertebral de ATE, pero la gente no los votó, al gente eligió otra comisión directiva y tendrán que esperar otra oportunidad en las próximas elecciones”, añadió.
Y dijo “‘Chito’ Pasamán está como gremialista de Salud desde 1983; ‘Koki’ Duarte estuvo como secretario general los cuatro años en Oberá, en la Cooperativa Eléctrica, ahora quieren que nosotros en seis meses arreglemos todo lo que ellos no hicieron en 20 años”.
Y reconoció que “la precarización en Salud Pública es tremenda, hay compañeros de 20 años sin relación de dependencia, ellos (Pasamán y Duarte) nunca hicieron respetar la carrera de Salud y ahora exigen que se respete plenamente, teníamos solo 8 delegados y ahora ya tenemos 16 porque estamos normalizando todas las seccionales”.
López añadió que “nunca vi que la CTA ponga palos en la rueda a ATE como está haciendo ahora, desconociendo una lista de trabajadores para que pasen a planta permanente. Logramos casi mil pases a planta y ellos desconocieron. Y esa lista la armaron los secretarios generales de cada seccional justamente priorizando la carrera sanitaria”.
Y por último cerró: “Tenemos una dirigencia que nunca formó nuevos dirigentes ni permitió el crecimiento de nadie, ahora no quieren perder los privilegios y pretenden manejar la Mesa de Negociación de Salud desconociendo lo que votaron los compañeros. Hay una intromisión constante y una falta de respeto a nuestro gremio de parte de ellos que estuvieron al frente muchos años y nosotros los apoyamos”.