Así como es normal que cuando un nuevo Gobierno asume goce de buena imagen durante unos meses, también es usual que cuando los números no cierren ni asomen los datos positivos, esa imagen se venga abajo de un momento a otro. Sucedió desde siempre en Argentina y, en cierta forma, explica los resultados electorales de los últimos años.
Javier Milei venía teniendo buenos resultados… en imagen y popularidad. Pero en seis meses no logró mejoras reales en ninguno de los indicadores económicos. La baja inflacionaria, el único dato objetivo del que se agarra el Gobierno para afirmar que “lo peor ya pasó”, se produjo a costa de la licuación de salarios y jubilaciones y por la demolición del consumo. Para colmo, ese único dato comenzará a revertir su tendencia decreciente por los aumentos de los costos de los servicios, los combustibles y la canasta en general.
En seis meses los únicos que celebraron fueron los financistas, los tendedores de bonos y la casta económica. Ahora, sin embargo, cuando el plan deja más dudas que certezas por su falta de buenos resultados, el mercado comienza a dudar y exhibe cifras negativas. Lo mismo ocurre con la imagen positiva y la confianza del consumidor.
No es para menos, el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina se derrumbó un 5,1% en el primer trimestre de 2024 en relación con el mismo período del año anterior, como consecuencia del duro ajuste fiscal y monetario dispuesto por el Gobierno. A su vez, hubo una retracción del PBI del 2,6% en términos desestacionalizados respecto al cuarto trimestre del año pasado. La desocupación saltó al 7,7% tras el impacto de la devaluación, el shock inflacionario y posterior recesión, el indicador creció dos puntos porcentuales respecto de fines de 2023.
Todos los gobiernos antes que el actual comenzaron advirtiendo que, producto de la pésima herencia, habría que ajustar, que era necesario sacrificarse y empobrecerse para crecer después. Todos comenzaron con una buena imagen para, posteriormente, caer al no cubrir las expectativas. Esta vez no fue distinto.