Los secaderos de yerba en Misiones, especialmente en las zonas sur y centro se están viendo obligados a reducir la producción o incluso a detener la tarea algunos días de la semana debido a la falta de chips.
“Los precios están subiendo muchísimo a causa de esta gran escasez; además estamos viendo que viene muchísimo chip de mala calidad, y no se puede trabajar bien. Esta ya es la tercera zafra consecutiva que padecemos el problema”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, Hugo Miguel Unizony, al frente de uno de los secaderos más importantes en Campo Grande.
De acuerdo a su relato, estos pequeños componentes, indispensables para los secaderos de yerba, se han convertido en un recurso cada vez más difícil de conseguir, obligando a muchos establecimientos a detener o bajar el ritmo de su actividad.
“No podemos conseguir la cantidad ni la calidad que queremos”, aseguró el empresario.
Y agregó: “Yo creo que esto va a seguir así, porque la misma industria de los aserraderos están pasando por una crisis. En nuestro secadero todavía estamos pudiendo paliar la situación, pero sabemos de otros que están cerrando algunos días por ese motivo, principalmente en la zona de Apóstoles, Azara, Los Helechos, que ya están sin reserva y trabajan los días cuando pueden”.
Los secaderos de yerba mate dependen de una combinación precisa de tecnología y tradición para transformar las hojas verdes en el producto final que tanto aprecian los consumidores. Por eso mismo, muchas de las empresas que están enfrentado múltiples retrasos en la producción, aumento en los costos y otros inconvenientes que ponen bajo amenaza a toda la cadena de valor, salieron a buscar distintos combustibles con tal de no parar.
“Algunos, para paliar el momento volvieron al sistema de leña de eucalipto, que tampoco hay en gran cantidad, por lo tanto existe una fuerte campaña en los medios para conseguirla. A la par, transforman sus hornos para seguir trabajando de alguna manera”, acotó Unizony.
Sin embargo, esto no solo afecta la productividad, sino también la calidad del producto final, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en la industria de la yerba mate.
“Afecta a toda la cadena, no hay vuelta que darle. Todo el sistema está complicado, no somos ajenos a lo que pasa con la crisis a nivel país. Obviamente, la paralización de los secaderos no solo afecta a los productores de yerba mate, sino también a toda la cadena de valor que depende de esta industria. Desde los agricultores que cultivan la materia prima hasta los trabajadores que participan en el procesamiento y distribución, todos se nos vemos afectados por esta crisis”.
Por lo tanto, para el sector “no hay una base firme que nos de un panorama de cómo va a seguir todo, es muchísima incertidumbre en la que estamos inmersos todos, los secaderos grandes y chicos, los molinos y por supuesto los productores”, sostuvo.
“Existe una distribución desigual”
En ese mismo sentido, el productor yerbatero, Luis Andrusyszyn, reportó idéntica situación en Tres Capones, pero estimó que en la zona centro y norte el panorama es más o menos similar.
“El problema es realmente grave para quienes dependen del chip, pero no cuentan con producción propia. Al momento de querer comprarlo, no consiguen”, explicó.
Sin embargo, más allá de la escasez del mencionado combustible, que tiene que ver con que hace 12 años no se foresta en Misiones, según un informe de este Diario, publicado este lunes 10 de junio último, desde el sector también se explicó que existiría una fuerte concentración del producto por parte de una empresa líder en la producción de biomasa en la región.
Tras una consulta exhaustiva con productores y propietarios de secaderos sobre la escasez del insumo, todos los dedos señalaron a la compra concentrada de chips para destinarlos a la generación de energía eléctrica.
La empresa en cuestión, cuyo nombre se mantiene en reserva debido a la sensibilidad del asunto, habría canalizado masivamente la compra de chips, esenciales para sus operaciones de producción de biomasa. Esta estrategia, aunque rentable para el organismo en cuestión, desencadenó un efecto dominó en el mercado, dejando a otras industrias, como las de yerba y té en una situación precaria.
“La verdad es que se trata de un problema que ya arrastramos hace tiempo, pero ahora se agravó por la recesión que hay. Son muchos los aserraderos que están parados, por lo tanto tampoco generan la materia prima para abastecer a los secaderos, en esta zafra de yerba. Lo mismo para el té, que se está buscando tener stock para la zafra que se viene” fue, en tanto, el panorama que brindó el empresario yerbatero y de té, Jonathan Klimiuk.
Compromiso de APICOFOM
En medio de la creciente preocupación por la escasez de subproducto, el presidente de APICOFOM, Guillermo Fachinello, expresó a este Diario su compromiso para brindar ayuda a los secaderos afectados, más allá de la crisis que también tiene sumergida a la actividad forestal.
“Nosotros estamos trabajando menos horas, no tenemos demanda de madera”, reconoció el dirigente, quien agregó que ello “trae todo tipo de consecuencias y uno de ellos es el faltante”.
De todas maneras, la asociación, aseguró Fachinello que se puso a trabajar rápidamente con los secaderos que enfrentan dificultades debido a la falta de suministro del componente vital en sus operaciones.
“Entendemos las dificultades que enfrentan nuestros colegas en los secaderos y estamos comprometidos a trabajar en colaboración con ellos para encontrar soluciones viables”, afirmó el presidente de APICOFOM, quien destacó la importancia de abordar esta problemática de manera urgente y efectiva.
“En los últimos tiempos la demanda de chip se acentuó considerablemente; de todas maneras desde APICOFOM estamos tratando de solucionar, viendo a quien le falta y tratando de redistribuir lo que tenemos con nuestros socios. Estamos recepcionando pedidos, tratando de ayudar a los secaderos, especialmente por el enorme esfuerzo que han hecho para modificar su industria e ir hacia la biomasa. Como queremos que estos siga así, vamos a tratar de solucionar el problema”, se comprometió.
Entre las medidas propuestas se incluyen programas de asistencia técnica para optimizar el uso de los chips disponibles, la exploración de alternativas de suministro y la facilitación de la comunicación entre los secaderos y los proveedores de chips.