La Justicia de Instrucción Penal de la Primera Circunscripción Judicial investiga una nueva muerte en la prisión de Loreto, perteneciente al Servicio Penitenciario Provincial. Se trata del segundo caso en menos de diez meses y que esta vez tuvo como víctima a un interno encausado federal e involucrado en violación a la Ley 23.737 (de drogas).
Santiago Rafael Benítez es posadeño, con domicilio en la chacra 159 de Villa Cabello, y fue hallado sin vida el viernes por la tarde, con múltiples lesiones de golpes en el cuerpo y que se intentan aclarar si corresponden a un ataque de terceros o fue resultado de un brote de epilepsia, enfermedad que señalaron fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, tampoco recibía la atención médica o tratamiento.
“No menos de una hora después de muerto”, habría sido alertado el óbito por los guardias del pabellón conocido como “Federal” y que mayoritariamente aloja a procesados de la Justicia Federal en Misiones.
Otras fuentes concretas de consulta con este medio resaltaron que “hubo demora” en responder para auxiliar a Benítez y que la única medida de seguridad que le ofrecieron para que no se lastimara cuando sufría un episodio de reacción epiléptica fue que le sacaran las cuchetas alrededor. Aseguraron que dormía en el piso para que no se cayera de altura.
Una vez que se comunicó el hecho a la comisaría de San Ignacio, Unidad Regional XIII, se solicitó la intervención al juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, de turno en junio. Ante las irregularidades marcadas y los relevamientos de la Policía Científica, el magistrado solicitó que el cuerpo se traslade a la Morgue Judicial de Posadas para la autopsia. Caratuló provisoriamente como “muerte dudosa”.
Otras de las medidas de seguridad para preservar el escenario del hecho, fue ordenar la clausura de la celda y buena parte del pabellón señalado.
Lo que habría alertado de mayores sospechas e irregularidades fue que los presuntos testigos del deceso habrían sido buscados en otro pabellón o sector de la Unidad Penal de Loreto. “Del sector semiabierto, que queda como a cien metros del pabellón de los ‘federales’”.
Antecedente cercano
El martes 1 de agosto de 2023 el interno Gustavo Rodrigo Lindstrom murió en la celda 1, sector B del módulo A de la cárcel de Loreto. Nervios y fuertes temblores, un pedazo de dulce de membrillo y el ruido de la caída ya sin vida desde la tercera hilera de la cucheta estremecieron a sus compañeros.
Murió en el acto y la autopsia fue solicitada por el mismo juez que intervino el viernes por la noche por el deceso de Santiago Benítez.
Los forenses indicaron que el paro cardiorrespiratorio estaba vinculado a que en su cuerpo se hallaron restos de cocaína. Pero también se abrió la sospecha que no pudo corresponder, únicamente, a un deceso por sobredosis sino a que la droga que consumió podría haber estado adulterada con químicos o productos tóxicos para estirarla.
Las voces entonces del pabellón apuntaron que lo vieron nervioso y que les aseguró que sentía frío y temblaba. Pensaron que estaba con presión baja y le acercaron dulce para ayudarlo.
Luego lo subieron a su cama a dos metros de altura e instantes después solo escucharon el golpe en el piso. Los demás internos señalaron que Lindstrom consumió “veneno puro”. La muerte no fue esclarecida hasta el momento.