Néstor Fabián Rojas, “El Negro”, misionero de 53 años y con problemas con la ley desde joven en Puerto Iguazú, comenzó a ser juzgado ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas por el homicidio de Aldo Cantero, en Gobernador Roca en 2018, por las 1,8 toneladas de droga escondida en un foso en el mismo lugar y por organizar cargamentos de contrabando de estupefacientes ya detenido por los dos primeros delitos mencionados.
El debate se desarrolla con los integrantes del tribunal como subrogantes: Víctor Antonio Alonso como presidente (TOF de Corrientes), Enrique Jorge Bosch (Resistencia) y Fermín Amado Ceroleni (Corrientes), conectados por aplicación de videoconferencias, al igual que la Fiscalía: Vivian Andrea Barbosa (TOF Posadas) y Diego Iglesias de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR).
Los únicos presentes en la sala de audiencias de calle Félix de Azara casi Catamarca son los defensores: Mariano Romero (coadyuvante defensoría oficial) y Marcos Racagni, patrocinando los derechos de Rojas, acusado como “organizador de tráfico de estupefacientes” y por “homicidio calificado”.
Durante tres horas y media, luego de la lectura de la elevación a juicio de las causas, Rojas decidió negar todas las acusaciones. “Yo no fui, yo no tengo nada que ver con eso, la causa está armada”, repitió con insistencia. “No soy asesino, yo no lo maté a Cantero”, remarcó el acusado a quien se lo vincula a organizaciones narcocriminales como contrabandista principalmente.
“No tengo nada que ver con ninguno de los hechos que se me acusa, no maté a nadie ni organicé desde prisión el tráfico de drogas”, resaltó el misionero, nacido en Puerto Iguazú y que fue atrapado por la Dirección Homicidios y la SAIC en Posadas, el 13 de agosto de 2018 en un complejo de cabañas de esta capital, junto a una adolescente paraguaya y en un supuesto encuentro para entregar cocaína a varios entrerrianos.
La aprehensión se concretó ocho días después del homicidio de Aldo Andrés Cantero (31), un mecánico que presuntamente oficiaba de partícipe para cuidar las casi dos toneladas de marihuana en la misma chacra donde fue ejecutado.
Pero Rojas ya estaba prófugo de la Justicia misionera desde el 17 de diciembre de 2015, tras el doble crimen del barrio Tacurú en Posadas, cuyas víctimas fatales fueron Sebastián Vega (35) y Rodrigo Ibarra (27). Lo que se investigó como ajuste de cuentas por varios embarques de cannabis sativa que habrían sido “mejicaneados” y descubiertos por la Gendarmería Nacional en suelo correntino.
En esta causa, por el plazo de la prisión preventiva, se le otorgó la excarcelación. Pero por las causas de la Justicia Federal, continúa detenido en el Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz, uno de los de mayor seguridad del país.
En el expediente por el homicidio de Cantero, se registraron grabaciones de comunicaciones telefónicas de Rojas en la que se lo escucha decir: “El Polaco nos jugó sucio. Nos apretaron hoy entre cuatro tipos ahí (…), casi me mataron. ¿Entendés?. Le volé la cabeza, le volé la cabeza a él, a su compinche y los otros salieron corriendo. Se hicieron pasar por milicos y me iban a matar”, cuenta Rojas para justificar el asesinato de su socio.
“Le metí bien en la cabeza, así nomás te digo. ¿Entendés? (…). Yo le metí plomo así nomás te digo”, repite varias veces.
Sin fecha aún
El debate tiene previstas al menos dos jornadas de testigos por delante y continuará dentro de los diez días hábiles próximos.
Este plazo es el legal para que el juicio no se anule, pero la reanudación dependerá de las agendas de los jueces subrogantes.
La nueva fecha se determinaría durante las próximas, confiaron las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN en el TOF posadeño.