Hace apenas unos días atrás se conoció la historia de Roxana Belmonte, una mujer bonaerense quien decidió instalarse en Colonia Wanda y poner un emprendimiento turístico; pero que tras luchar sin éxito durante dos años para que EMSA le conecte la luz eléctrica en el terreno, finalmente se dio por vencida y acabó por rematar todo.
Lejos de ser un hecho aislado, esta situación no hizo más que animar a más vecinos a salir y dar a conocer los dolores de cabeza que también han sufrido al tratar con la empresa de encargada de suministrar la energía eléctrica. Ese es el caso de Ernesto Draganczuk, un vecino de Wanda que fue a pedir que le bajen la luz a su terreno y terminó siendo amedrentado y agredido.
“Con mi señora adquirimos un terreno, y uno de los trámites que tenes que hacer para empezar a construir es adquirir la luz. Nos dirigimos hasta la oficina local para verificar el trámite, a las 6 de la mañana, esperamos un rato y nos atendió el señor Marcial Vera“, comenzó su relato en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Según comentó Draganczuk, este señor les señaló que para bajar la baja de luz tendrían que hacerlo con una constructora y que les saldría 1 millón de pesos, pero que además, ellos mismos tendrían que comprar los materiales necesarios y mandar a cavar un pozo de 1.20 metros donde iría el poste eléctrico. “En ese interín entre que vimos el lugar, nos dijo que cuando llegáramos a su oficina nos iba a dar todos los requisitos para la conexión, pero cuando íbamos de camino nos dijo que ‘evidentemente no entendimos nada, que mañana nos iba a dar los papeles y que él solo trabaja de 6 a 7 de la mañana’“.
Extrañados por la situación, la pareja simplemente aceptó y volvió al otro día hasta la oficina de EMSA, donde finalmente fueron atendidos por otra persona que les dio dichos papeles. Posteriormente, fueron a entrevistarse con un electricista que les encomendó el propio Marcial Vera, “porque si no lo hacés con determinada persona que él solicita es como que no tiene validez o no te lo aprueban“, apuntó el vecino.
Resulta que cuando se dispusieron a hacer la excavación, se toparon con que el pozo quedaba encima de donde pasan las cañerías de agua del lugar, por lo que analizando el plano de la construcción, “nos dimos cuenta de que quedaría mejor ubicado en un mojón más arriba”. Ante esto le consultaron al electricista si podían colocar el poste eléctrico un poco más arriba a lo que “esta persona, creo que es de apellido Oviedo, se comunica más tarde conmigo y me dice que Marcial Vera quería verme el día lunes a las 6“.
“Fuimos el lunes a la oficina de Vera, esperamos un rato, y en eso sale ya con un tono bastante prepotente. Ni siquiera nos saluda y nos dice ‘desde ya te digo que no, quién te crees que sos para venir a cambiar de lugar lo que yo ya diseñé’“, en relación a mover el poste de lugar.
Ante esto Draganczuk, primando la cordura, simplemente se limitó a responderle que “estaba bien, si no se puede no se puede”. Pero esto, según relató, estuvo lejos de tranquilizar al empleado de EMSA: “Nos seguía increpando, le vuelvo a decir que está bien, y en eso cruza el mostrador y me empieza a pechear, todo esto delante de mi señora y nuestro bebé“.
“Mi señora sale hacia afuera y yo me doy cuenta que él me quiere sacar a la calle con otras intenciones, entonces me corro a un costado y me quedo adentro de lo que es la oficina, a lo que él vuelve y me propina un golpe en los genitales. Le digo a mi señora que llame a la policía. No quise salir de la oficina por una cuestión de que ahí hay cámaras, y cuando esta persona vuelve nuevamente hacia mí, entendiendo que quiere venir a pegarme de nuevo, me agacho y le salpica agua caliente del termo que tenía en ese momento”
Draganczuk continúa sin entender qué pudo provocar tal reacción del empleado. “Nosotros fuimos tranquilos a hablar, imagínense que tenemos un proyecto, intenciones de progresar, y fuimos porque él nos pidió que fuéramos. De hecho debe estar registrado en las cámaras de EMSA que estábamos ahí con mi señora, charlando y tomando mates hasta que él sale de este modo”, agregó.
“Le dije que me iba a ir a la sede policial a hacer la denuncia y en forma burlona me dice ‘¿y que te crees que me van a hacer? a mí no me van a hacer nada’, como sintiéndose muy protegido no sé por quién“, recordó.
“Es una persona bastante violenta”
Draganczuk señaló que, luego de esta situación que le tocó vivir, se ha ido enterando de otros hechos violentos protagonizados por este sujeto: “Hay antecedentes de malos tratos de esta persona, por ahí a gente de escasos recursos o que se dejan increpar. Después incluso hubo un caso, que fue de estado público, donde él le propinó un golpe al exintendente del lugar, o que en un semáforo también se bajó con un arma de fuego discutiendo con otra persona“.
“Hay muchísimos trascendidos que uno, al formar parte de esto que me está pasando con esta persona, te empiezan a comentar sobre él. Es una persona bastante violenta, muy ofuscado, es como que cambia de actitud de a momentos“, agregó.
Continúan sin luz
Luego de toda esta insólita secuencia, la familia continúa sin tener luz en su terreno. “Posterior a esta denuncia fuimos y nos dieron un expediente de pedido de baja de medidor, aunque la secretaria que nos atendió no fue muy amable tampoco”, dijo.
Todo lo contrario ocurrió con el agua: “no tuvimos ningún inconveniente, fuimos gestionamos y en el mismo día nos dieron el agua, pero no pasa lo mismo con la luz. Esta persona como que es muy selectiva con quien le baja o quien no le baja, pareciera que es el dueño, pero es un servicio el cual ellos nos brindan y al cual nosotros estamos pagando”
Por lo pronto, además de la denuncia radicada en la comisaría local, también se comunicó con el personal de recursos humanos de EMSA. “Le pasé una copia de la denuncia, y un par de horas más tarde me llamó una persona que dijo ser el abogado y que estaban tomando cartas en el asunto, y que se iba a volver a comunicar conmigo, pero hasta el día de hoy no hemos tenido ninguna respuesta, ni siquiera del trámite“.