Todos libres a causa (mayormente) del vencimiento de la prisión preventiva, así llegarán hoy a debate los siete acusados de ser autores, partícipes y encubridores del crimen de Nicolás “Junior” D’Amico (35), ocurrido hace más de siete años en Oberá.
Los jueces del Tribunal Penal de Oberá darán inicio al juicio en la sede del Palacio de Justicia, ubicado en calle Salto Bielakowicz y Salto Zina, a partir de las 8.30. Por la cantidad de acusados, defensores, querellante, testigos y familiares, fue necesaria la búsqueda de un lugar más amplio que la sala original de calle Bolivia casi Maipú.
Según la investigación, la víctima (quien era empleado de un frigorífico de la localidad bonaerense de Lobos), fue asesinada en un abasto de Oberá, ubicado sobre la avenida Sarmiento casi ruta 14. Su cuerpo fue trasladado en el Volkswagen Bora con el que se movilizaba y luego incendiado con él en su interior.
De todos los acusados los más comprometidos por la imputación penal que pesa sobre ellos son el dueño del local, Diego Ramón Benegas (40) y uno de sus empleados, Jonathan Emanuel Gutiérrez (31). Deben responder por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y en concurso premeditado de agentes”.
Ambos habrían sido los autores materiales del ataque a fierrazos contra “Junior”.
En tanto Gustavo Germán Benegas (36), Gustavo Ramón García (32) y Diego Orlando Gutiérrez (33), están acusados de “encubrimiento agravado”. Y Guillermo Andrés Burkiewicz (35) y Guillermo Sebastián Rockenbach (35), deberán responder por “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y entrega de arma de fuego a quien no acredita la condición de legítimo usuario”.
La principal hipótesis acerca de la motivación detrás del asesinato de Nicolás D’Amico, se circunscribe a una deuda de 350 mil pesos que intentaba cobrar a Diego Benegas.
Según trascendió, el principal sospechoso dijo que cometió el asesinato para resguardar a su familia, puesto que “Junior” lo había amenazado de muerte si no pagaba.
En la recopilación de pruebas durante la etapa de instrucción, se menciona que el homicidio ocurrió entre las 19.40 y las 21 del viernes 30 de octubre de 2015.
Diego Benegas y Jonathan Gutiérrez le habrían dado una golpiza a D’Amico con una barreta o un caño galvanizado. Luego lo introdujeron al baúl del Bora. Benegas condujo hasta Paraje El Chatón (Alem), seguido por Gutiérrez en un Renault 19, mientras que otro empleado en un Fiat Duna se dirigió primero para vigilar que no hubiera controles policiales.
A 300 metros de la ruta, junto a una plantación de té, Benegas roció con combustible y prendió fuego el automóvil.
El resto de los empleados se quedaron en el abasto para limpiar los rastros del crimen.