Del día de la inauguración pasaron 50 años, pero quedan en la memoria y en los corazones de los sanvicentinos muchísimos recuerdos y el reconocimiento para esos primeros “motores” que pensaban en el porvenir de los chicos de la zona. Luchas, contratiempos, esperanzas, dieron lugar a lo que es hoy la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior N° 13, orgullo de la Capital de la Madera.
Comenzó a funcionar en un salón tipo de usos múltiples, en el que se hacían eventos, único lugar disponible que tenía el poblado en ese momento. No tenía reparticiones por lo que se debieron poner biombos de madera o machimbre.
Como sucedió con la primera escuela, fueron los vecinos que, a pura voluntad, fueron encontrando albergue para los docentes, mesas, sillas, haciéndose cargo de las tareas de carpintería, albañilería y pintura de lo que sería su primera sede, el edificio lindante a donde hoy funciona el Comando Radioeléctrico. El rol que tuvo el recordado sacerdote Jorge Maniak y la Comisión de Fomento, fue preponderante.
Ese 21 de abril de 1974 estuvo presente la vocal de enseñanza secundaria del CGE, Emilia Mellid de Bistoletti; el inspector de enseñanza secundaria, Daniel Livarol; integrantes de la comisión vecinal; de la comisión parroquial; representantes de la Juventud Peronista; el jefe del INTA, Abel Siñuka; el sacerdote Maniak; el director de la Escuela N° 53, Leonardo Añays, el jefe de la reforestadora del IPS Casiano Gallardo y vecinos del paraje.
La afluencia de alumnos fue tal que, a los pocos días debieron solicitar el desdoblamiento del primer año, con 29 alumnos cada uno. En agosto de 1974 renunció la docente Santa Cruz, por lo que solo tres profesores terminaron el año escolar en la institución. Junto al director, consiguieron la donación de un tanque de agua y una bomba eléctrica, porque hasta el momento los alumnos sacaban agua de un pozo mediante un balde.
En julio de 1975, José Zarate renunció a su cargo de director por lo que fue reemplazado por el profesor Roberto Eichner.
En 1977 el Ciclo Básico se reestructuró porque había alumnos que tenían que cursar el cuarto año. El colegio debía transformarse en un Bachillerato porque tenía que tener un ciclo orientado, es decir cuarto y quinto año del secundario. Esto hace que cambie de denominación para transformarse en Bachillerato con Orientación Laboral Polivalente N° 17 “Almirante Brown”.
La Dirección de la Escuela Normal N°13 agradeció la realización del isologotipo del establecimiento a tres ex alumnos del BOP N°17 (Pepe Stray, Víctor Luz y Rubén Luz).
El 3 de abril de 1989 se produjo un gran cambio no solo en el colegio sino en toda la comunidad sanvicentina, ya que el establecimiento se convirtió en Normal Superior N° 13 anexo Bachillerato Polivalente. Esto fue así hasta 1993. Para 1994 su denominación sería únicamente de Normal Superior N° 13.
Ese año recibe la donación de tierras para el futuro edificio de la escuela que había prometido el gobernador en la inauguración. El mismo fue limpiado por la cooperadora, padres, docentes y alumnos. Luego de varios años de diferencias, se logró por fin la construcción del nuevo edificio para abandonar el local prestado que ocupaba y tener por fin su edificio propio. Así, el 24 de abril, se inauguró oficialmente el nuevo edificio escolar con la presencia del entonces gobernador Ramón Puerta; el ministro de Educación, Ricardo Biazzi; el intendente municipal, Luis Kleñuk, el cura párroco, personal docente, alumnos y una gran cantidad de vecinos de la localidad que se reunieron para ver el nuevo y moderno edificio, en el que sus hijos comenzarían el nuevo ciclo lectivo.
Ese año el establecimiento tuvo el placer de celebrar sus Bodas de Plata en el salón Copérnico, con una peña folclórica, campeonato abierto e intercolegial de vóley, además de cena y baile.
Aprovechando los festejos, el Club de Ciencias “Albert Einstein” propuso la elección de un nombre para el colegio a fin de fomentar, de esta forma, la identidad de los alumnos. Se expuso una serie de nombres que fueron sometidos a consideración por los profesores. El 20 de junio de 1999 se labró la disposición por la que se impuso el nombre de “Ismael Quiles”, en honor al reconocido docente y sacerdote jesuita.
Varios eventos
En noviembre de 1977 se llevó adelante la fiesta de la educación física que se extendió durante toda la jornada. Se hizo en la cancha Sol de América y los alumnos compitieron en distintas disciplinas, vóley y fútbol. Fue un encuentro de confraternidad y deportes. En 1978 egresó la primera promoción del colegio y el acto se hizo a fines de noviembre. Los primeros en recibirse fueron: Norma Coutto, Graciela De Jesús, Roque Espachuk, Romualdo Fleitas, Yolanda Knappe, Damaris Mercado, Paulina Mercado, Roberto Nolasco, María Elena Ovalle, Luis Rodríguez, Ramón Ruiz, Ricardo Seibert, Serafina Yamanokuchi, Roberto Yamanokuchi y Hayde Weiss. En este acto se traspasó la bandera argentina que durante varios años estuvo en custodia en manos de la alumna María Elena Ovalle, oficiando de escoltas: Luis Rodríguez y Yolanda Knappe. En ese emotivo acto de colación, la recibió Víctor Wust junto a Carmen Vera y José Regizewski. Tras la ceremonia, en el salón comunitario se desarrolló el baile de recepción que tuvo gran convocatoria porque era el primero que se realizaba en la localidad.
En 1987 el establecimiento tuvo cambio de dirección. Roberto Eichner asumió como Supervisor de la Zona II, quedando en su lugar Olga Arriola de Tuzinkiewicz, que ocupaba la vicedirección. En ese lugar asumió la profesora Irma Schneider. En mayo se disputó el primer torneo de vóley “Juan Carlos Verón Gallardo”, en homenaje al fallecido profesor de educación física del colegio. El torneo surgió por iniciativa de los alumnos y del profesor Héctor Vallejos. Además del Bachillerato 17, participaron chicos de colegios de Dos de Mayo, Aristóbulo del Valle, El Soberbio, Campo Grande y Cerro Azul.
Por estos días, este establecimiento, es uno de los referentes históricos de la educación en esa zona de Misiones. Cuenta con unos 150 docentes y 1.500 estudiantes distribuidos en el Jardín de Infantes, Nivel Primario, Secundario y Terciario, con su Instituto Superior de Formación Docente (ISFD).
La directora, Marcela Karpe, dijo a Canal 12 que “es un orgullo, una gran responsabilidad y compromiso estar al frente de esta institución. Hace mucho tiempo camino por sus pasillos, de acá egresé, fui y soy profesora, también vicedirectora y hoy, directora. Es un enorme desafío que día a día llevo a cabo con un grupo de personas, trabajando y alcanzando importantes metas en el desarrollo personal, profesional, social, cultural y económico en tantos estudiantes de la zona”.
También mencionó el acompañamiento constante a los alumnos en su trayectoria escolar. “Buscamos la formación de personas íntegras, críticas que se adapten a los cambios y exigencias del tiempo actual”.
Anécdota que resuena
En 1977 se realizó el soñado viaje a Bariloche, uno de los más relatados en la institución y del municipio. El único vehículo disponible era un camión 350, en cuya carrocería se concentraron los quince alumnos, acompañados por el profesor Rodolfo “Rolo” Capaccio, el chofer, su esposa y Don Añais. La odisea se inició un martes 13 en horas de la madrugada rumbo a Resistencia (Chaco), llegando a destino después de cinco días. Tanto a la ida como a la vuelta, todos durmieron en el camión. Las chicas en la carrocería y los chicos en una carpa. Durante los dos días de estadía en Bariloche recorrieron distintos lugares, compraron recuerdos, y el martes emprendieron el regreso, que sería aún más largo porque el camión sufrió una avería. Tuvieron que pasar por Buenos Aires para poder realizar reparaciones y los días posteriores viajaron casi sin descanso para regresar a San Vicente el domingo 25. Todos estaban esperando, preocupados por no saber nada del contingente.