El país sumó 3,2 millones de personas que cayeron en la pobreza durante el primer trimestre de 2024, algo así como un millón de personas por cada mes de gobierno de Javier Milei. El dato, lejos de ser una elucubración, corresponde a un relevamiento desarrollado por la Universidad Di Tella. En términos porcentuales, la pobreza alcanza al 48,3% de la población urbana y hay 22,6 millones de argentinos viviendo bajo la línea de pobreza.
La pobreza no es exclusiva de este Gobierno, de hecho es producto de décadas de pésimas gestiones que decantaron en el triunfo de La Libertad Avanza. Resolverla no es tarea sencilla y llevará mucho tiempo de correcciones. Pero los “logros” macroeconómicos que a diario celebra el Gobierno no van a esa dirección, sino a la inversa. Esos “logros” son producto de licuación de salarios y jubilaciones, de una recesión como pocas en la historia de este país y de la aniquilación del consumo.
El ajuste, bajo esos términos, es pura y exclusivamente de la gente y no de las castas, la política y la económica. Un millón de nuevos pobres al mes es un dato duro, real y vergonzoso para una “libertad que avanza”… al ritmo de la pobreza.