En sus inicios la iglesia fue de madera y techo de paja, y en ella se casaron los integrantes de las primeras familias. Hace más de 60 años se levantó el templo definitivo, de material, de estilo románico, y con capacidad para unos 300 feligreses.
Pensando en un nuevo lugar para el edificio definitivo, el vecino Eugenio Bernardy y su esposa Silvia Vier donaron el terreno donde se encuentra la magnífica construcción, sobre la ruta 223. Además, Ignacio Bernardy y su esposa Julieta Froelich cedieron seis hectáreas, donde se encuentra el salón y el tradicional cerro navideño, espacio donde desde 1974 se hace el pesebre viviente, en un escenario único rodeado de naturaleza, donde cientos de personas se acercan para revivir el nacimiento de Jesús, cada 24 de diciembre.
También se colocó el hito fundacional 1919 que está a metros de la entrada al Camping Municipal “Salto Cuña Pirú”, sobre la ruta 223, porque es el punto neurálgico donde más o menos sucedieron todos los hechos importantes de la zona: los primeros pobladores llegaron hasta el lugar a través del cauce del Cuña Pirú; allí se encuentran sus afluentes Tamanduá y Tucanguá, y allí establecieron las primeras viviendas.
El trabajo de recopilación que por más de una década realizó la periodista Mariela Mallmann en “Ruiz de Montoya. Un pueblo fundado por Culmey” fue sumamente importante para lograr estos cometidos.
“La iglesia está íntimamente relacionada con la historia del pueblo y para lograr hacer la modificación de la fecha de fundación nos sugirieron que había que establecer algún lugar o referencia, lo más antiguo posible. Y fue la iglesia, cuya construcción data de 1922. Ese fue el antecedente clave”, manifestó.
Explicó que lo primero que las familias inmigrantes trataban de tener luego de su vivienda era un lugar donde profesar su fe lo que, sin dudas, permite tener fechas más exactas para hablar propiamente de la existencia de Colonia Cuña Pirú desde los años 1919 en adelante, coincidiendo incluso con Puerto Rico y Capioví en la línea del tiempo cuando Carlos Culmey llegó a la zona para comenzar su proyecto de colonización que fue muy corto desde 1919 al 1924 y luego pasó a manos de la Compañía de Schwelm.
Mallmann contó que los primeros pobladores vinieron de Europa, escapando de la guerra. Específicamente, a Cuña Pirú, llegó una gran tanda de alemanes-brasileros y suizos, tras la venta de tierras que hizo la Colonizadora Alto Paraná Culmey y Cía.
Con el paso de los años, muchos de ellos se fueron porque siempre se dijo que llegaron engañados. “Vinieron con la idea que el arroyo iba a ser navegable, que por las inmediaciones iba a pasar el tren. La descripción era fantástica, y era lo que recibían de manos de la compañía colonizadora. Cuando llegaban acá se encontraban con un pequeño lote en medio del monte y nada más. Varios vinieron con alguna profesión del primer mundo, y esto no les servía. Se pusieron a trabajar, pero no era lo que esperaban, y regresaron”, describió.
Según Mallmann, Carlos Krumkamp desempeñó un papel fundamental en el trazado de los lotes que iban ocupando los recién llegados. Era el agrimensor que, en su rancho humilde, hecho con maderas y techo de paja, ubicado a metros del acceso a lo que actualmente es el Camping Municipal, recibía a quienes llegaban a Cuña Pirú. Las propiedades, cercanas a los arroyos, tenían selva virgen, con mucha madera utilizable y el suelo fértil y fecundo.
“Todos llegaron atraídos por una excelente propaganda que prometía mucho pero que era demasiado alejada de la realidad. La ciudad estaría emplazada en lo que hoy es la zona de la iglesia Santa Cecilia y sus alrededores, tendría una plaza central y todo un plano ideal, era lo que recibían los que llegaban a Cuña Pirú. De a poco todo eso se fue truncando ya que el arroyo Cuña Pirú no era navegable y el tren nunca pasaría por la zona como rezaba la publicidad”, lamentó la periodista.
“Aquella ciudad de ensueños fue en realidad la que ellos con sus vidas tuvieron que hacer florecer. Hoy sabemos que nuestro municipio tiene más de 100 años basando lo dicho en fechas y en lo que está presente en la memoria colectiva de los descendientes de los primeros inmigrantes”.
La mayoría de los suizos que quedaron, se ubicaron después en lo que es hoy Línea Cuchilla, que es la parte del casco urbano, dando un tremendo empuje a la zona. “Fueron quienes con su trabajo y su impulso crearon la mayoría de las instituciones que tenemos en la parte central del pueblo, con la colaboración y ayuda de toda la gente que ya estaba asentada en la zona. Cada uno hizo su aporte”, subrayó.
De acuerdo a los registros históricos de la comunidad, el 25 de diciembre de 1922 se conformó la primera asamblea comunitaria de Colonia Cuña Pirú. Según esos registros, esa comisión se nucleó y funcionó en la iglesia Santa Cecilia. De las actas se desprende que este templo tuvo un rol preponderante, asimilable a la piedra fundamental, para lo que es hoy la comunidad de Ruiz de Montoya. Los integrantes de la primera comisión fueron: Graef Heinrich, Thomas Juan, Werle Theo, Vogt Juan, Reis Josef y Bernardh.
Los primeros
Según Mallmann, algunos de los primeros apellidos que se recuerdan son: Álvarez, Alvez, Amann, Bernardy, Franzen, Fröhelich, Graef, Hack, Jungblut, Katz, Krein, Krumkamp, Kunrath, Mang, Müller, Nobs, Orteilado, Pfeifer, Reis, Simsen, Theler, Thomas, Tinsen, Viera, Vogt, Werlen, Zeiter, entre otros. Este primer núcleo de familias se fue instalando y construyendo sus casas, cada vez que alguien nuevo llegaba era ayudado por los vecinos hasta que la nueva edificación lograba tener las condiciones básicas para vivir.
Estos dos parajes, Línea Cuña Pirú hacia el fondo y Línea Cuchilla (actual zona urbana), en su conjunto, conformaron lo que se conoce como Ruiz de Montoya. El actual camino hacia el Tamanduá era selva pura y los árboles que tuvieron que apear eran de dimensiones inmensas, únicamente los entendidos lograban con éxito derribarlos para ir abriendo el paso. “Con hacha, troceadora y lo más fino a machete así se fue despejando lo que era un precario camino o picada”, contaban.
De común acuerdo, se propuso mantener la fecha del 11 de agosto en alusión a la formación de la Comisión de Fomento, pero hacer la corrección en los años, de 1945 a1919, de esa manera se quedará alineado con las localidades de Puerto Rico, Capioví y Montecarlo, los cuatro municipios que fueron fundados por Carlos Culmey.
En 1936 comenzó a poblarse el paraje “Línea Cuchilla” con la llegada de nuevos colonos suizos y alemanes brasileros. De esta parte, se recuerdan varios apellidos: Acosta, Bartsch, Borer, Braun, Brendler, Burri, Duttweiler, Fischer, Fluckiger, Gianola, Hirsiger, Huttmann, Karajallo, Lenzin, Lienhard, Mattjie, Michel, Schedler, Schmid, Schoninger, Schweri, Senhauser, Studer, Tischhauser, Vorburger, Zimmerli, Zimmermann, entre otros.
El 4 de agosto de 1945, por Resolución Nº 775 se creó en el paraje Línea Cuchilla de la Colonia Puerto Rico, la Primera Comisión de Fomento. Por el mismo instrumento se le adjudicó un ejido municipal y se designó como autoridades “ad-honorem” a Eduardo Piaggio, Teófilo Werlen, Juan Vogt, Aníbal Montiel y Alberto Nobs, quien ya había donado las tierras necesarias para el emplazamiento del edificio municipal, la iglesia, la sala de primeros auxilios y el predio en el que actualmente se asienta la Escuela Nº 300. El 11 de agosto de 1945 se distribuyen los cargos de la comisión de fomento de Ruiz de Montoya, fue presidida por Eduardo Piaggio, según varias actas muchas reuniones de esta comisión se realizaron en el local de la Escuela N° 215 de Cuña Pirú y luego en la escuela 300.
Así como las primeras familias se fueron asentando al margen del arroyo, por la facilidad de poder alimentarse y acceder al agua, los primeros pobladores poseían una imperiosa necesidad de contar con un espacio donde profesar su fe, razón por la cual, se improvisó una capilla tipo rancho para celebrar la eucaristía. Este espacio se encontraba inicialmente en lo que hoy es la ruta 223.
Nueva fecha
“Puedo afirmar con certeza que tenemos más de 100 años, teniendo en cuenta que las primeras familias llegaron a fines de 1919 y a principios de 1920”, dijo Mallmann cuando había finalizado su investigación. Pero ¿qué sucedió? Después de más de dos décadas de vida en la colonia, el 11 de agosto de 1945, en la zona urbana de Ruiz de Montoya, se conformó oficialmente la Comisión de Fomento, pero hasta esa fecha no existía una fecha para celebrar el aniversario del pueblo. Ese día se distribuyeron los cargos de la Comisión, que fue presidida por Eduardo Piaggio. Según varias actas, muchas reuniones de esta comisión se realizaron en el local de la Escuela provincial N° 215, de Cuña Pirú y luego, en la escuela 300.
En 1995, al cumplirse los 50 años de conformada dicha Comisión, Marino Jungblut, Secretario de Gobierno del entonces intendente Marcos Zimmermann, sugirió celebrar el aniversario. Pero aclaró: “tenemos que tener en cuenta que no es la Fundación de la Colonia, ya que la misma tiene muchos años más”. Sin embargo, con esta actividad quedó fijada esa fecha de manera errónea como la fundación.
Se hizo un trabajo para reivindicar a los inmigrantes y a sus descendientes. El proyecto fue acompañado y avalado por la profesora e historiadora Leonor Kuhn; Alfredo Robotti, docente y nieto del agrimensor Krumkamp; Marino Jungblut, secretario de Gobierno en 1995, y otras tantas personas que brindaron su testimonio para la reconstrucción de la historia de Ruiz de Montoya.