En Misiones son 26.006 personas las que conforman el pueblo originario, distribuidas en 136 comunidades. La presencia de niños y familias en situación de calle en ciudades como Posadas, Oberá y Puerto Iguazú, es uno de los principales temas que preocupa y ocupa a la Dirección de Asuntos Guaraníes de la Provincia, que entre diciembre y febrero llevó de regreso a sus respectivas aldeas a 350 mbyas.
“Hay familias que por decisión propia deciden emigrar pese a que tienen resuelto en sus comunidades gran parte de sus necesidades. Desde allí debe partir la solución para que esto no ocurra”, explicó Francisco Rodríguez, titular de Asuntos Guaraníes.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Rodríguez indicó que “en toda la provincia el 83,6% de los aborígenes habla todavía su idioma que es guaraní. Somos la segunda provincia en el país en la cual preservan su idioma”.
En Posadas hay temporadas en las cuales hay más presencia de integrantes de las comunidades originarias en avenidas, semáforos y supermercados.
¿Cuál es el problema, es una cuestión que en sus comunidades no tienen la atención que necesitan?.
La semana pasada estuve trabajando sobre ese tema, en la solución, y considero que tiene que venir de la propia comunidad a la cual pertenecen. Sabemos que nuestros hermanos guaraníes desde los años 70 suelen emigrar a la ciudad, en donde hay momentos en que la migración es mucha. Este año nosotros tuvimos alrededor de 350 personas, según nuestro relevamiento, que las llevamos de regreso a sus comunidades. Nuestro trabajo continúa y cambia mucho porque son comunidades que son asistidas, donde relevamos la situación, están presentes Salud Indígena, el Municipio, la Dirección de Asuntos Guaraníes, distintos actores pero donde son las familias las que eligen la migración.
¿Y el motivo?
Por lo general, no digo que no existan necesidades, pero hay familias, aún con las cosas resueltas, que eligen emigrar, irse a la ciudad. A veces vienen a hacer un trámite al hospital de Posadas varios integrantes de una familia y ya se quedan. Eso, un poco se les fue haciendo costumbre con los años. Nosotros fuimos tratando todos estos temas en una mesa interministerial integrada por Desarrollo Social, Derechos Humanos, Salud, Coordinación de Gabinete, entre otros. Fuimos a las comunidades por este tema en particular, aparte de otros, y ellos nos expresaron que son diversas las cuestiones a solucionar. Una de ellas, por ejemplo, fue la economía familiar en donde nosotros ya justamente articulamos con la Subsecretaría de la Mujer y la Familia, una capacitación en economía familiar para estas personas que migran. Hace dos semanas atrás con la Municipalidad de Posadas y la Feria de Emprendedores Barriales se sumaron mamás mbya que venían a vender a Posadas sus artesanías en la costanera, donde ahora tienen su espacio y no que estén en las avenidas o calles.
¿Los operativos siguen para llevarlos de regreso?
Ahora estamos sin mamás ni niños mbya, pero es posible que de un día para el otro regresen.
Es un objetivo alto que nos pusimos con el equipo, que no haya mamás con niños en las calles, en esa cuestión fui inflexible porque el niño tiene que estar en la comunidad, no vendiendo en un semáforo o en una plaza. Hemos concretado 18 operativos entre los meses de diciembre y febrero, entre las ciudades de Posadas y Oberá, donde hemos trasladado a más de 350 personas, según nuestros informes. Luego en febrero la curva empezó a bajar. Así también hicimos un seguimiento de quienes proveían a los niños de los limones para venderlos.
¿Y de dónde eran mayormente?
De la zona de Puerto Leoni, Ruiz de Montoya, San Ignacio y Profundidad. Más allá de lo urgente que era sacar a los niños y a las madres de acá, de la ciudad, nos pusimos a trabajar para solucionar el problema de fondo, saber qué estaba pasando en esas comunidades, si no estaba llegando algo, si no estaba yendo el médico o lo que fuera. Una de las principales cuestiones que me expresaban las familias era lo económico porque a la familia guaraní también les pega eso, el contexto económico.
El 70% de los caciques se encuentran afirmados en su cargo
Uno de los puntos claves para intentar entender las decisiones que toman las familias mbya de emigrar de sus comunidades pasa por saber qué pasa actualmente con la figura del cacique, a lo que el titular de la Dirección de Asuntos Guaraníes, aseguró que “el 70% de los caciques están muy afirmados en su cargo, son respetados, queridos también por las comunidades y en el restante 30% es donde hay algunas cosas de desencuentros. Nosotros tenemos nuestro Consejo Consultivo, que es el Consejo de Caciques que el año pasado lo volvimos a crear”.
Agregó que “desde el Consejo de Caciques nos advierten, por ejemplo, en tal comunidad estamos con problemas de liderazgo o del cacique, entonces se interviene a través del Consejo de Caciques más que nada porque nosotros como blancos no queremos interferir en sus decisiones para no generar complicaciones. Pero toda consulta o proyecto, desde la huerta hasta la escuela o energía se hace con una consulta libre, previa e informada”.
Vale recordar que las familias que llegan hasta Posadas, Oberá o Iguazú, en su mayoría “desoyen” las recomendaciones de su cacique, quien tradicionalmente busca mantener el equilibrio entre todos los integrantes de la comunidad.
Quienes trabajan en contacto con las distintas comunidades aborígenes de la provincia habían advertido que incluso “hay familias que van migrando de aldea donde hay caciques más ‘permisivos’, y que no le impiden ausentarse por días”.
Además, Rodríguez recordó que trabajan en conjunto con Salud Indígena, que pertenece al Ministerio de Salud de la Provincia “con quienes siempre intercambiamos información. Hay un promotor de salud que es mbya en cada comunidad, que por lo general es promotora y es quien acompaña a las mamás, a las abuelas cuando tienen problemas de salud y eso es clave para contenerlas”.