En cooperación con los gobiernos de Misiones, Chaco y Salta, UNICEF diseñó un programa que busca mejorar la salud y potenciar el bienestar durante el proceso de embarazo, parto y puerperio; y busca reducir las brechas al acceso del derecho a la salud de las mujeres embarazadas, especialmente adolescentes, y bebés recién nacidos de las comunidades indígenas, desde una perspectiva intercultural.
Junto a MDS para Madres (que lleva una década de trayectoria en la materia), se implementó en la tierra colorada “Salud Materna Intercultural en Argentina”. Con información y educación sexual, se explicó a menores de 18 años sobre el embarazo no deseado, el abuso en provincias con altas tasas en la estadística.
El coordinador del programa por UNICEF es Javier Quesada, un especialista en primera infancia y salud de la organización internacional.
En entrevista exclusiva con el programa “Primera Plana” que va por FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero de lunes a viernes de 18 a 20 horas, Quesada sostuvo que la información es que ha descendido la tasa de embarazo adolescente.
Sin embargo, no solo en Misiones sino a nivel país, deberán continuar trabajando con las menores de 15 años que quedan embarazadas por un abuso, muchas veces cometido por alguien del entorno familiar.
Embarazo adolescente
El especialista de UNICEF destacó el trabajo con equipos de agentes sanitarios provinciales, integrado por miembros de las comunidades originarias que fueron el objetivo del programa. Fue una de las perlas del proyecto. “Empezamos a hacer grupos en las comunidades porque las agentes sanitarias eran quom, wichí, mbya guaraní en Misiones, avá guaraní de Salta y las que más se engancharon fueron las adolescentes, que pidieron mucha información para tomar decisiones. Quiere decir: si podía tomar medidas para el control de la natalidad, un chip, un DIU, lo primero a lo que accedimos en esa escena de participación comunitaria fue a que ellas obtuvieran información”, indicó.
Como resultado, “eso provocó una importante reducción del embarazo adolescente, eso fue lo buenísimo”, destacó.
Abuso a menores de 15
Como punto para seguir trabajando, Javier Quesada explicó en la entrevista que “sigue habiendo indicadores que no nos dan bien en general en todo el país, no hablo específicamente de Misiones, que son los embarazos en niñas menores de 15 años que viene de la mano de un abuso”.
“No hay que darle mucha vuelta ni esconderlo, ni decir otra cosa. No hay una niña de 13, 14 o 15 años que haya pensado en un proyecto de vida dejando la escuela para ser madre. La enorme mayoría, por no certificar que son todas, provienen de una situación de abuso, violación, intrafamiliar compleja. En eso, todavía estamos en un núcleo duro del que no podemos descender, porque hay un tema de complicidad y silencio, de no hacer la denuncia cuando es el mismo entorno familiar”.
Quesada contó que dentro del programa que dirige, “elaboramos un protocolo, una hoja de ruta para los centros de salud de prevención del embarazo de niñas menores de 15 años, para que los actores del sistema de manera temprana y antes de empezar las charlas de salud sexual y reproductiva, puedan tener acceso a la información para trabajar los derechos de las niñas en esa situación”.
“Hay que llegar a más maternidades en las comunidades”
Javier Quesada, experto de UNICEF y coordinador del programa “Salud Materna Intercultural” en Argentina, detalló cuales fueron las principales problemáticas con las que se encontraron en la relación entre el sistema sanitario de las provincias de Misiones, Chaco y Salta y los miembros de las comunidades aborígenes. Cabe recordar que el objetivo fue bajar la tasa de mortalidad materna e infantil que sigue más alta que en la prepandemia.
Quesada contó los datos que maneja UNICEF: “Tuvimos un pico muy alto de mortalidad natal en el norte del país, de 4,7% que durante la pandemia fue lo más alto y ahora ha descendido a 3,5% gracias a iniciativas como la que venimos desarrollando. Todavía estamos en los límites de la prepandemia que estábamos en 3% y a esta última cifra queremos llegar”.
El experto puso en el centro de la tarea un problema: la falta de acceso a controles, porque no hay servicio disponible.
“Por eso trabajamos este proyecto con MSD y los gobiernos provinciales con estrategias que permitan reducir la brecha de acceso a servicios de salud durante el embarazo, el parto y el puerperio”, recordó Quesada.
“Lo primero que tuvimos que resolver fue la barrera cultural. Si soy de una comunidad indígena de cualquier etnia del norte argentino, no tengo las prácticas de la medicina tradicional de otro colectivo social. Vivo muy alejado de las ciudades, con condiciones geográficas de lejanía o adversas, como en el Chaco, con períodos de tres meses de lluvia que no puedo salir para hacerme los controles médicos. Y, cuando voy, no hablo la lengua para que un médico o un agente sanitario me ayude a interpretar lo que me está pasando. Sobre todo si se trata de una adolescente donde no hay una experiencia previa”, sostuvo en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero.
Esa barrera cultural se dio aún cuando hay una sala de salud o unidad de parto y recuperación. ¿Qué hicieron desde UNICEF y MDS? “Debimos trabajar para cambiar la actuación del médico, de la obstétrica con la actuación de un agente sanitario que hable guaraní, que interprete no solo el lenguaje sino su cosmovisión al punto de preguntarle cómo quería parir: en un sillón, colgada de una tela, con un banquito como harías en tu comunidad. También con quién quería estar, en su derecho que la acompañaran en el parto respetado. Y con quién iba a elegir hacerlo, para que esa mujer pueda reclamar ese derecho que establece la legislación argentina, hubo que hacer carteles en guaraní porque sino no iban a entender la normativa. Por eso llenamos las maternidades en lengua propia para que puedan entender sus derechos y elegir con quién y el modo de parir”, confirmó.
Para seguir bajando la tasa de mortalidad, Javier Quesada propuso: “Hay que replicar este proyecto para llegar a más maternidades de las comunidades. El sistema de salud tiene bien determinadas en cuáles de las maternidades nacen más niños enfermos y garantizar los controles a tiempo, la erradicación de la mortalidad materna, de la mortalidad infantil, las condiciones de nutrición (ya sea mal nutrición u obesidad)”.
Finalizó Quesada con un claro objetivo: “En la etapa de los primeros mil días, de los primeros ‘tres años de oro’ debemos garantizar las mejores condiciones de llegada a la vida y desarrollarse plenamente en su derecho”.