Un pez que mucha gente confunde con una especie de bagre y que si es relativamente chico lo usan como carnada para otros peces de mayor porte, se trata del Zungaro zungaro”, popularmente conocido en nuestra región como manguruyú , y está en peligro de extinción.
De la familia Pimelodidae en el orden de los Siluriformes, también conocidos como peces gato, es un pez de agua dulce y es posible encontrarlo en toda la Cuenca del Plata (ríos Paraguay, Paraná, Uruguay y Río de la Plata) y puede alcanzar un peso total de hasta 100 kilos. Debido a su porte, es protagonista de mitos, imponiéndolo como un interesante pez que casi pertenece al universo de lo fantástico.
El “Zungaro zungaro” o manguruyú, es un pez de gran tamaño y cuerpo alargado, con una cabeza grande y achatada. Su piel es de color marrón oscuro o grisáceo, con manchas o rayas oscuras que lo ayudan a camuflarse en el ambiente acuático. Posee barbas o “bigotes” sensibles en su boca, que le permiten detectar la presencia de alimento y así facilitar su captura.
Con hábitos nocturnos, nada en las zonas más profundas de los cauces principales de los ríos y encuentra su alimento en peces pequeños. Por ciclo de vida, el manguruyú es muy vulnerable, especialmente en el período reproductivo.
En Corrientes su pesca está totalmente prohibida, mientras que en Misiones de toparse con uno siempre se debe devolver el ejemplar al agua, pero es cada vez más rara su captura.
Las principales amenazas para la especie son: la pesca comercial y la pesca furtiva; captura de individuos en épocas de veda, por debajo de la talla reglamentaria y/o con el uso de elementos de pesca no autorizados o prohibidos.
Los impactos generados por estas acciones causaron una disminución notable en los números poblacionales de la especie y su distribución, llevando a que en varios ríos se encuentre en peligro de extinción.
Un gigante en Misiones
Uno de los casos más resonantes en cuanto a la pesca de esta especie en la tierra colorada, ocurrió en 2021, en Colonia Delicia. Cristian y Eladio Godoy, padre e hijo, pescaron un ejemplar de manguruyú de 80 kilos desde la costa del río Paraná.
Durante una mañana y luego de una larga pelea, estos pescadores se hicieron con este gran ejemplar que midió más de 1,60 m y no lo devolvieron al agua, generando polémica e indignación en las redes sociales y los grupos de pescadores.