Ya en 1989, la Agencia del Espacio Americana (NASA) llevó a cabo un proyecto para investigar formas de limpiar el aire en entornos sellados como las estaciones espaciales. Los investigadores presentaron un informe en el que concluyeron que existen una serie de plantas que, además de absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno a través de la fotosíntesis, también ayudaban a eliminar contaminantes orgánicos como el benceno, formaldehído y tricloroetileno.
Desde entonces, la investigación se revisó en varias ocasiones para analizar el efecto en otros espacios como hogares y oficinas y, aunque concluyen que se necesitan aún más investigaciones para comprobar la eficacia en estos entornos más complejos con un mayor intercambio de sustancias, sí saben que las siguientes plantas tienen la capacidad de eliminar contaminantes y, por lo tanto, purificar el aire.
Las más purificantes son:
Poto (Potus)
Es una planta de interior muy vistosa y sencilla de cuidar. Es una enredadera, perfecta para colgar en una pequeña estantería o colocar en un taburete. Esta planta nativa del sudeste asiático, de hoja perenne y en forma de corazón, requiere pocos cuidados. Muy resistente, necesita luz indirecta y poco riego, por lo que conviene dejar secar por completo el sustrato entre riegos.
Espatifilo
También conocida como lirio de la paz, calita o cuna de moisés, es una planta de interior de hojas verdes y flores blancas, perenne, que procede de Sudamérica. Necesita una buena iluminación aunque no el sol directo y se adapta a cualquier entorno y tipo de tierra. Es fácil de cuidar, necesita un riego moderado, más abundante en primavera y verano, para tener siempre la tierra húmeda. Hay que tener en cuenta que es tóxica para las mascotas.
Sanseviera
También llamada lanza africana, la sanseviera posee unas hojas carnosas, crecen en vertical ocupando poco espacio y prácticamente no tiene tallo. Precisan pocos cuidados y son muy depurativas de las toxinas del ambiente. Necesita poca agua y agradece un sustrato grueso y muy poroso, para evitar que la raíz se encharque. Son fáciles de cuidar y se adaptan a la temperatura media del hogar. En nuestra zona la llamamos “Espada de San Jorge”, que es protección.
Palmera de bambú
Es una planta de gran tamaño que procede de México. Puede alcanzar los tres metros de altura, con tallos largos y alargados adornados por entre 10 y 15 hojas verdes. Es mejor no ponerla directamente al sol o a la sombra, con una maceta bien drenada y un riego moderado. Hay que tener cuidado con las plagas, especialmente la araña roja.
Ficus robusta
Es una planta fácil de cultivar que necesita pocos cuidados, por lo que es ideal para principiantes. Tolera mejor el calor que el frío, por eso no se aconseja no exponerla a temperaturas inferiores a 14 °C. Tampoco debe exponerse a corrientes frías y sí mucha luz, pero no luz solar directa. En invierno se riega una vez a la semana y en verano, cada tres o cuatro días. Se aconseja podar solamente cuando crece demasiado.
Fuente: lavanguardia.com