Los días pasan y el debut de Tokio en la Liga Federal de Básquetbol 2024 se acerca. Los trabajos son cada vez más intentos y puertas adentro se vive con muchas expectativas lo que será un torneo con varios cambios con respecto al año pasado, más kilómetros y con una situación económica más compleja.
El Oriental ya tiene dos partidos confirmados y sabe que el debut será en el estadio Jorge Yamaguchi, el domingo 25 del corriente, ante Hindú de Resistencia; mientras que la segunda presentación también será en casa, el sábado 2 de marzo, y esta vez el rival será Atlético Tostado de Santa Fe.
Uno de los dos sobrevivientes del plantel anterior es Santiago González (el otro es Daniel Tabbia), que será, una vez más, el capitán del equipo. En vísperas de esta cuarta participación consecutiva del japonés en la tercera categoría del básquetbol nacional, el santafesino habló con EL DEPORTIVO sobre varios temas.
Santi, ¿cómo vienen en estas primeras semanas de trabajo?
Siempre al inicio de todo torneo, lo primero que atravesamos es el conocimiento del grupo. Tenemos la característica este año de sumar muchos chicos nuevos que vienen de afuera. Quedamos con una columna vertebral que se mantiene, como en el caso del entrenador, Dani (Tabbia), algún chico que viene de las inferiores o que fue reclutado. Pero bueno, es un nuevo desafío tomar este inicio de esta etapa, trabajando mucho en la parte física, empezando a conocernos y también lo que tiene que ver ya con el juego específico de básquet.
¿Cómo se encara el torneo con un equipo nuevo casi en su totalidad?
Para empezar, hay que establecer, asumir y adjudicar roles que son tan importantes a la hora de trazarse objetivos. Son tareas para que todos sientan esa utilidad, ese aporte que le pueden brindar al equipo y sentirse pertenecientes, que eso es un poco el ir generando esa identidad, ese sentimiento de pertenencia en un tiempo tan breve de cara al primer partido.
El club hizo un esfuerzo grande para participar del torneo…
Saber que representamos a un club que viene trabajando de una manera muy buena, no solamente en lo que tiene que ver con el desarrollo profesional del básquet, sino en lo que tiene que ver con instalaciones, con recursos humanos, con ir mejorando año tras año. Eso es algo muy importante en materia de alto rendimiento. A veces los clubes inclinan todos los recursos hacia ahí, pero creo que no es el caso de Tokio, que viene trabajando para no descuidar el desarrollo de lo deportivo dentro del club.
Son el único equipo de Misiones, ¿hay una carga extra en eso?
Ser el único equipo que va a representar a Misiones en esta categoría nos presenta una responsabilidad muy grande y también ser transmisores de valores a los chicos. A la gente que por ahí no está muy al tanto de lo que es el profesionalismo en Misiones, salvo con algunos exponentes de lo que tiene que ver con el deporte de equipo OTC, Crucero o Guaraní. La verdad es que también es una responsabilidad en esto.
¿Se siente la presión de intentar ser otra vez protagonistas?
Yo creo que va a tener que ver mucho cómo uno maneja, ¿no? Como grupo, individual y colectivamente. El tema de resultados no, porque es algo que no lo podemos negar. O sea, el alto rendimiento tiene que ver con la presión, porque la presión tiene que ver con todos esos estilos. Que se generan externamente. Entonces, al ser algo que es público, al ser algo que la sociedad puede tomar contacto, la presión existe de por sí. El tema está como lo tome uno y lo que recomiendo es que sea un estímulo, que lo convirtamos en algo motivacional y no que nos venga a presionar y que venga a atentar contra el rendimiento individual y colectivo.
El formato cambió bastante al de años anteriores…
Lamentablemente año tras año es una incertidumbre. Y digo lamentablemente porque si hay algo que por ahí carece nuestro básquet es de planificación, de tener organización, que mantenga una línea. Siempre es encontrarse con ¿a ver qué va a pasar? Vas armando el equipo y no sabés con qué te vas a encontrar, pero bueno, son cosas que no podemos controlar. Pero tampoco nos podemos quedar en la queja. Es así para todo los ciento y pico de equipos que hay en el torneo.
Este año tocarán más kilómetros…
Hay que afrontar de la manera que está establecida la competencia, con esto, con viajes, con las dificultades económicas, porque así lo aceptó el club. Todo es adaptarnos y cada uno, tanto nosotros como jugadores como el club, hacer los esfuerzos que pueda. Sabemos que está todo complicado, pero ya estamos acá.
¿Se habla de objetivos?
Todavía estamos en búsqueda de establecernos esos objetivos. No creo que de acá a poco el establecimiento de objetivos es una herramienta sumamente importante para los equipos y más para lo que tiene que ver con el alto rendimiento. Es algo que sobre todo tiene que ver con la parte motivacional y a donde orientarnos los esfuerzos. Es importante de poder buscar establecer unos objetivos a corto plazo, mediano plazo, a largo plazo, así que lo vamos a ir desarrollando, seguramente, a medida que vayan pasando las semanas y los días de trabajo.