Los Bomberos de Puerto Rico desplegaron el viernes por la tarde, una ardua tarea durante más de siete horas para controlar el incendio forestal que consumió unas quince hectáreas de los terrenos lindantes a la reserva natural Monte Seguin.
“Fue el incendio forestal más grande, en lo que va del año, en el que tuvimos que intervenir. A las 14 fuimos alertados del incendio y nos trasladamos con todo el personal y siete unidades. Además colaboró la Municipalidad con una niveladora y la Cooperativa Luz y Fuerza que nos ayudó con el corte de energía de una línea cercana, además de comerciantes y particulares que acercaron agua y comida durante todo ese tiempo, además de los aspirantes a bomberos”, indicó Nicolás Carrasco Albisser, uno de los principales referentes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de esa localidad.
“En este caso empleamos dos autobombas forestales y una autobomba para incendio industrial porque habían cubiertas, entonces tuvimos que ponernos equipo de respiración autónoma para poder respirar y trabajar, con los más de 38 grados que hacía en ese momento. También utilizamos el nuevo camión 4×4 que recibimos esta semana de parte del gobierno provincial y que nos permitió acceder a lugares más complicados del terreno”, señaló el voluntario.
Detalló Carrasco que “trabajamos desde las 14 hasta las 21.30 aproximadamente, que es cuando dejamos todo listo y los móviles preparados como para volver a intervenir en el caso que se necesite. Hoy (sábado) se están haciendo tareas de ‘guardia de cenizas’, tratando que los focos más chicos que quedaron, no vuelvan a prender”.
Agregó que “es una parte lindante al Monte Seguin, perteneciente a la reserva, pero que no tiene parte de bosque nativo, sino que está en un proceso de recuperación. Principalmente es pastizal, pasturas y muchas plantas de guayaba donde los pájaros hacen sus nidos. Es una franja que empezaba a recuperarse de los incendios de años anteriores”.
Carrasco también contó que “se trabajó con la Municipalidad, ellos con una máquina tipo niveladora, ayudaron a armar unas líneas de seguridad para que no pase el fuego a la parte nativa del monte. Estuvimos a punto de dar la orden de evacuar la aldea que se encuentra sobre el margen izquierdo mirando hacia el río, de la comunidad Ivyrá Poty, o sea en la parte oeste de la reserva por el viento tan cambiante y no teniendo una línea de avance establecida del fuego. Después pudimos aguantar por la parte norte de la reserva o sea entre la línea de pastizal y la parte de monte, se pudo hacer un buen perímetro y no tuvimos que evacuar la reserva”.