Este miércoles se confirmó que los restos óseos, prendas y algunos objetos que hallaron el 22 de julio del año pasado, finalmente pertenecían a Aurelio Schimpf (79), quien desapareció de su casa en el barrio Arroyito de Jardín América en marzo de 2021. Más de siete meses pasaron para que se estableciera tras un cotejo de ADN que se trataba del hombre y por disposición de la Justicia, esos restos serán entregados a su familia.
Estela Schimpf (59) es una de las dos hijas de Aurelio y en contacto con PRIMERA EDICIÓN contó que este miércoles por la mañana recibió la confirmación en el Juzgado de Instrucción 2, a cargo de Roberto Sena. “Estaba citada para hoy y cuando me trajeron la notificación me imaginaba que era para dar a conocer los resultados de ADN que llevábamos varios meses esperando”.
En este contexto dijo: “Yo desde aquel día que encontraron huesos supe que era mi padre, por sus cosas, fueron meses duros, pero teníamos que esperar. Ahora que sabemos que es él, quiero sepultarlo junto a mi madre, él la extrañaba mucho desde que murió en 2017”.
Estela contó que en su momento habían buscado mucho a Aurelio, pero en la zona donde apareció era difícil entrar. “No sabemos como llegó a ese lugar, le gustaba caminar, pero no estaba bien esa noche, pienso que se fue de madrugada y se cayó. No creo que lo hayan golpeado o robado, porque incluso dos años después cuando aparecieron esos restos, todavía estaban sus zapatos reconocibles, parte de su ropa, sus llaves, una linterna”, agregó.
Respecto al momento, reconoció la mujer que es muy duro revolver todo, pero a su vez pueden cerrar una etapa muy dolorosa.
“Para nosotros fue muy duro todo este tiempo, siempre dije que tenía la esperanza de que cada vez que golpearan la puerta de mi casa fuera él. Mi última imagen suya fue cuando me miraba desde la puerta de su casa mientras me iba porque ese día me pidió para quedarse en su casa a cuidarla. Esa noche fue que desapareció”, se lamentó.
Estela explicó que el lugar en donde hallaron los restos de Aurelio detrás del barrio Itatí queda a poco más de un kilometro de su casa en el barrio 300 Viviendas y Arroyito (donde el hombre vivía) y que durante la búsqueda se formaba una especie de bañado, que era difícil de acceder.
“A veces por las noches salía a mirar afuera de mi casa como si sentía que me llamaba, estuvo tan cerca este tiempo y no pudimos hacer nada. Buscamos mucho y más allá porque teníamos la ilusión de que fuera a Oasis de donde él era o que alguien lo había encontrado y no podía recordar donde vivía, pero ahora nos tenemos que resignar y despedirlo como se merece”.
Aurelio Schimpf tenía 79 años al momento de su desaparición, entre la noche del 13 de marzo y madrugada del 14. Vecinos confesaron días después que lo habían visto de madrugada desorientado, pero no sabían que era él. Hablaron en su momento de un hombre con sus características, pero después nadie pudo obtener un solo rastro del jubilado.
El 22 de julio de 2023, es decir más de dos años después, la policía encontró restos humanos en el barrio Itatí junto con algunas pertenencias. Tras los análisis, se identificó restos de zapatos, de un cinto de una billetera, hasta una linterna que le podrían pertenecer a Schimpf. Siete meses después finalmente las pruebas científicas corroboraron que se trataba del hombre.