Los productores yerbateros del norte de la provincia cesaron desde ayer al mediodía la cosecha en sus chacras y en la semana esperan extender esta medida a toda la provincia como forma de reclamo de un reajuste de 100% en el precio de la hoja verde que le pagan los secaderos y la molinería.
Hasta ayer, a pesar de que el valor oficial es de $210 por kilo, la materia prima se estaba comercializando a $250, pero ese valor fijado en octubre quedó desactualizado a partir de la devaluación de 118% del 12 de diciembre y la explosiva inflación de casi 30 puntos de ese mes. Ahora piden $505.
Con este argumento y teniendo al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) sin presidente ni facultades para fijar el precio, por el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) del presidente Javier Milei, los productores se autoconvocaron para exigir un reajuste en forma unilateral.
La industria, obviamente, se niega a aceptar el aumento con el argumento de que ya existe precio oficial para la zafriña de verano y el nuevo precio se debería negociar recién para abril.
Por esta razón, los productores decidieron una medida dura: cesar la cosecha y no venderle a ningún secadero o molino que no pague el precio actualizado de $505, desde esta semana.
La decisión se tomó el viernes en San Pedro, impulsada por un grupo de productores autoconvocados del norte. Mañana se convocó a otra reunión masiva en Aristóbulo del Valle para agrupar a la producción de la zona centro y esperan contar con la adhesión de todo el sur.
Uno de los referentes de los autoconvocados, Ariel Steffen, explicó ayer que “estamos todos muy preocupados con el bajo precio que tenemos, que no cubre ni los costos, de esa manera el obrero rural tampoco puede ganar nada”.
Explicó que por eso “todas las asociaciones (de productores) nos pusimos de acuerdo, hablamos con los directores del INYM, y pedimos la actualización del precio. Se acordó el cese de la cosecha hasta que los secaderos lleguen a cumplir con ese precio, el secadero que cumple sigue trabajando normalmente y el que no puede, que directamente no trabaje”.
En declaraciones a Radio República, Steffen dijo ayer que “a partir de hoy en muchos puntos de la provincia de Misiones está parada la cosecha”.
“En San Pedro está totalmente paralizada, tenemos que defendernos entre todos, estamos todos de acuerdo en esto”, agregó.
Consultado sobre la posibilidad de la industria de que no pueda pagar el precio exigido, el productor explicó que “con el precio que tiene el paquete hoy en góndola tendría que estar pagando ya el precio actualizado, las empresas están haciendo rentabilidad y me parece bien, yo como no estoy en contra de las empresas, pero nosotros vamos a defender lo nuestro”.
Aclaró que “ellos vendiendo a $2.500 podrían pagar el precio que pedimos y ningún paquete de kilo está menos de $3.000. Si hacemos una equivalencia, los números ahora le tendrían que dar para pagarnos los $505 por kilo de hoja verde”.
Sobre la reunión de mañana, indicó que “será multitudinaria, irán de San Vicente, Aristóbulo, Dos de Mayo y otros municipios” porque a estos números no podemos trabajar, no hay forma que nos cierre, no hay manera que esto funcione con la inflación que tuvimos de más de 100%”.
“Si el industrial no puede pagar, nosotros no vamos a regalar nuestra yerba, no nos sirve y no le vamos a vender. No vamos a hacer paro ni corte de ruta, es cese de cosecha, se paraliza la cosecha”, enfatizó.
Y por último explicó que el INYM no definió este precio sino que convocó a discutir precios recién para la cosecha de abril, pero lo que ellos piden ahora es un “reajuste” por fuera de la decisión del Instituto.
De acuerdo a la grilla, hasta el 31 de enero el precio es de $210 el kilo de hoja verde y $798 el kilo de yerba canchada. Desde el 1 de febrero hasta el día 29 será de $240 el kilo de hoja verde y $912 el kilo de yerba canchada. Y por último, en marzo, pasará a tener un valor de $250 el kilo de hoja verde y $950 el kilo de yerba canchada; según lo laudado en octubre de 2023.
A partir de abril se debe fijar nuevo precio para la cosecha gruesa. Para ello, desde el INYM convocaron a una reunión el 15 de febrero pero los sectores industriales posiblemente no participen con el argumento de que el organismo ya no cuenta con la potestad de fijar precio, debido al DNU de Milei.