Ayer la comunidad educativa del BOP 17, ubicada en barrio Manantiales, se levantó con una triste noticia; ladrones volvieron a entrar a la institución llevándose lo poco que quedaba: focos, lámparas y hasta la ventana. Una situación que, según explicó a PRIMERA EDICIÓN, la directora del BOP 17, Betty Castelli, es frecuente desde que están de vacaciones.
“Desde el 26 de diciembre casi todos los días entran a la escuela a robar. Atrás hay un asentamiento de gente que ocupa el predio del CGE. Nosotros tenemos alarma pero evidentemente encontraron la manera de encontrarla”, comenzó contando.
Si bien en esta oportunidad desmantelaron la preceptoría y algunos cursos, anteriormente ya se habían llevado inodoros e incluso el cobre de los cables dejando una parte del edificio sin luz.
Lo más insólito es que, semanas atrás, los ladrones hasta se habían robado una farola de la escuela que la comunidad educativa ya identificó dónde está: instalada en la casa de un vecino del asentamiento.
“Ya se hizo la denuncia, hablamos con el juez para que acelere los trámites. Se llevaron una farola y en el mismo asentamiento hay una casa donde justo está instalada esa lámpara. Ya lo sabemos… pero no podemos ir y decirles ‘este es nuestro farol’”, señaló la Directora.
En cuanto a la policía “nos preguntaron si teníamos cámaras y cómo vamos a tener cámaras si nos van a robar. Si ahora a 10 de enero se llevaron todo… qué vamos a hacer después”, cuestionó Castelli.
Finalmente, como última instancia adelantó que se reunirá con un funcionario a cargo de la seguridad provincial y pedirá que pongan guardias policiales nocturnas ya que, cuando éstas estaban, los robos no ocurrían.
“El asentamiento está hace mucho y muchos son alumnos de la escuela, saben todos nuestros movimientos. No sabemos. Uno no sabe más a quien recurrir”, expresó indignada.