En septiembre del 2023 la OMS ya había alertado por un aumento de “tendencias preocupantes” respecto al COVID en países del hemisferio norte , que actualmente están en invierno. A su vez, en el mismo mes los investigadores advirtieron que en Argentina los casos positivos habían aumentado un 120% ; de hecho, esto fue informado también por el Boletín Epidemiológico Nacional.
La situación pareciera no mejorar, ya que en diciembre los casos repuntaron en Argentina, mientras que en países como España en las últimas horas el Ministerio de Sanidad impuso el uso obligatorio de tapabocas en hospitales y centros de salud ante el brote de infecciones virales. En especial, por un aumento del 75% en los casos de gripe y también, aunque en menor medida, de COVID .
También en algunas zonas de Estados Unidos dispusieron una medida de protección similar para pacientes y personal de salud, debido a la circulación de infecciones respiratorias. En este caso, aseguran que además hay contagios causados por la variante nueva del coronavirus denominada JN.1, que se ha extendido con rapidez por todo el mundo en las últimas semanas, y se cree que es impulsada por la ola invernal que atraviesan países como Estados Unidos.
¿Cómo estamos en Argentina?
Lo anterior, a modo de contexto sobre la circulación del virus a nivel global. Sin embargo, en Argentina es verano, por lo que predomina la exposición al aire libre y los espacios abiertos, esto favorece que no haya tantos contagios, pero aún así se registró un aumento de infecciones. Pero así como hay lugares que garantizan ventilación, muchos optan por encerrarse con aire acondicionado debido a las altas temperaturas, y esta tendencia no sería la ideal para evitar la propagación .
Desde diciembre
Según informó Infobae , a mediados de diciembre se reportaron un promedio de 84 casos diarios confirmados , basado en la fecha de inicio de los síntomas según los datos procesados por el investigador del Conicet y de la Universidad Nacional de Hurlingham, Jorge Aliaga . Sin embargo, dos semanas después, en la semana del 1 de enero, esta cifra aumentó a 212 casos diarios, marcando un incremento del 152% en el promedio semanal de contagios registrados.
Este incremento significativo se confirma en los datos proporcionados por el Ministerio de Salud de la Nación. Aliaga, quien lleva adelante un análisis pormenorizado de los casos semanales desde el inicio de la pandemia, señaló que esta tendencia tiene una velocidad similar al aumento registrado en septiembre de 2023 , cuando las infecciones por COVID reportadas alcanzaron un promedio semanal de 418 , aunque luego descendieron en las semanas siguientes.
Actualmente en distintas regiones de Argentina se están experimentando subas variables en los casos de COVID-19 . Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires los casos pasaron de 7 a 17 entre la segunda mitad de diciembre y la primera semana de enero (un 143% más). Mientras que en Buenos Aires, los afectados aumentaron de 15 a 35 (un 133%). Por otro lado, en Tucumán, los contagios aumentaron de 21 a 97 semanalmente (un incremento del 361%), y en Jujuy, de 7 a 23 (un 228%).
“No se cumplen las medidas sanitarias y bajó la tasa de vacunación”
Consultada por Infobae, la infectóloga Silvia González Ayala (MP 91229), presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), señaló que “el aumento de casos de COVID-19 en Argentina era esperable por el no cumplimiento de medidas higiénicas y las tasas de vacunación insuficientes” . La experta advirtió que este fenómeno está vinculado con una baja en la inmunización y la no actualización del Calendario Nacional de Vacunación, idealmente con una dosis contra el COVID por año. Esto implica, indicó, la “disminución de la inmunidad de la población con el transcurrir de los meses”.
Por su parte, Francisco Nacinovich (MN 75.823), jefe de infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), señaló que muchas personas se vacunaron por última vez en 2022 oa principios de 2023 con la fórmula monovalente y “no están al tanto de la disponibilidad de las vacunas bivalentes contra el COVID que también protegen contra las subvariantes de Ómicron , que son las que hoy circulan en Argentina y el mundo”.
“En la consulta de los pacientes, vemos que disminuyó la percepción de riesgo y por eso las tasas de vacunación hoy son muy bajas. También influye el cansancio de la gente, que ya no quiere ni escuchar hablar del COVID. Pero es importante remarcar que, si bien se puso fin a la emergencia internacional por COVID-19, el virus sigue circulando , nosotros lo seguimos observando en los pacientes que se hospitalizan”, detalló el experto.
El infectólogo Rogelio Pizzi (MP 30.128), decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y titular de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Facultades y Escuelas de Medicina (Alafem) afirmó: “Es incipiente y tiene que ver también con la baja adhesión a la vacunación. Tenemos un porcentaje que ha completado las dos dosis, que es muy bajo ante la tercera y el refuerzo prácticamente no se ha realizado. Entonces, tenemos que instar a la población a ir a los vacunatorios. Es paradójico y contradictorio, tenemos vacunas de última generación, las bivalentes, y la gente no se está vacunando ”.
“Nosotros hacemos asesoría del viajero y viene gente preocupadísima por ponerse la vacuna contra la fiebre amarilla para irse al Brasil, pero en este momento Brasil está teniendo una alta circulación de SARS-CoV-2 . Y cuando se le pregunta respecto de su vacunación a personas de más de 50 años, afirman que tiene tres dosis, pero la última se la aplicará en 2022. A lo largo de todo el año pasado no recibió ningún refuerzo. Entonces, mínimamente, se debe tener el refuerzo aplicado : en personas de riesgo hace menos de seis meses y después un refuerzo anual de momento o un refuerzo anual para la población general joven, sin factores de riesgo”, agregó la médica infectóloga Elena Obieta ( MN 76451).
Y preparado: “En la Argentina, la baja tasa de vacunación se debe a que la gente le perdió el miedo y piensa que el COVID ya fue. Estamos viendo un incremento sostenido en la cantidad de casos, con datos epidemiológicos, sobre todo a partir de pacientes que requieren internación. En los ambulatorios, muchas veces es más difícil porque no se testean o hacen hisopados, como cuando tuvimos mayor incidencia. En este momento, la mayoría de las infecciones respiratorias suelen ser COVID y se ve el impacto de la vacunación en aquellos que tienen tres o cuatro dosis aplicadas que permite pensar que, salvo que tuvieran situaciones particulares de riesgo, no se complicarían como ocurrieron en el 2020 , cuando no teníamos vacunas”.
“La gente se ha relajado y piensa que esto ya pasó y no es así. El virus tiende a sobrevivir, va mutando y tratando de engañar a nuestro sistema inmunológico y aparecen nuevas cepas más resistentes. Por eso es importante la vacunación y el refuerzo, y cumplir con todas las normas emanadas por el Ministerio de Salud de la Nación”, insistió Rogelio Pizzi.
Es que, en palabras del infectólogo, “esto puede ser un aviso de que aquello que está pasando en el hemisferio norte lo podemos padecer en nuestro invierno. Si nosotros no somos criteriosos, no empezamos a cuidarnos, no cumplimos las normativas emanadas por el Ministerio y no nos vacunamos, podemos tener problemas en nuestro invierno ”.
Uso de barbijo y aislamiento
La doctora González Ayala señaló que recomienda su uso en “lugares de alta concentración de personas sin la ventilación adecuada” y, obviamente, cuando una persona presenta síntomas de enfermedad respiratoria y tiene que interactuar con otras personas, lo ideal es hacerlo con barbijo.
No obstante, la experta remarcó que “en caso de manifestar síntomas, la persona debe permanecer aislada, avisar a los contactos estrechos desde los tres días previos al inicio de síntomas, extremar las de higiene y, por supuesto, si tiene que interactuar con terceros, utilizar tapabocas” . Por su parte, Nacinovich destacó que el “uso de mascarillas es un hábito, como el lavado de manos, que ha sido incorporado en la pandemia y que, en la actualidad, mucha gente lo mantiene en los transportes públicos o en lugares cerrados”.
En tanto, Obieta resaltó la importancia de utilizar los barbijos “si uno va a estar en lugares muy concurridos, cerrados con aire acondicionado, si no quiere adquirir COVID. Si una persona tiene síntomas respiratorios, que consulte a un profesional de la salud y que no vaya a trabajar, y que no esté en lugares cerrados sin barbijo . El lavado de manos y la ventilación de los ambientes , por nombrar dos ejemplos, son cosas que esperábamos que llegaran para quedarse, pero se han olvidado. Al igual que pasó con mantener altas tasas de cobertura de las vacunas”.
Por último, Pizzi describió: “(…) la persona que ha estado expuesta o que ha tenido síntomas y recientemente padeció una enfermedad respiratoria, tiene que seguir utilizando el barbijo para cuidarse él y proteger al prójimo. “(…) se recomienda su uso en todas las personas que han estado expuestas, que han padecido recientemente el virus con estos aumentos de casos que hubo, en aquellos que tienen síntomas y sospechan que pueden tenerlo, y en personas que van a fiestas o lugares cerrados o multitudes. de gente”.
Fuente: Infobae