El nuevo Gobierno nacional abrió la puerta al pragmatismo poniendo en crisis buena parte de su plataforma de campaña, pero si hay algo evidente en Argentina es que las plataformas de campaña suelen distanciarse notablemente de la práctica.
La dolarización y el cierre del Banco Central, en su momento propuestas de cabecera de La Libertad Avanza, parecen haberse convertido en objetivos secundarios mientras se busca terminar con la eterna inflación e instalar al país en la senda del desarrollo.
El pragmatismo implica también cintura política y negociación permanente y el Presidente parece haberlo entendido enseguida. La cumbre con gobernadores convocada por la Casa Rosada para el próximo martes va en ese sentido. Javier Milei busca la gobernabilidad que no tiene hoy en el Congreso de la Nación.
Hay cuestiones que requieren de su firma y otras de los votos de los legisladores. Por estas horas, por ejemplo, el Jefe de Estado define la letra chica de un Decreto de Necesidad y Urgencia que busca desregular la economía.
Pero muchas de sus reformas necesariamente deben pasar primero por el Congreso y es entonces que anudar acuerdos con los gobernadores le permitiría la gobernabilidad necesaria para llegar a las elecciones de medio término y ganar espacios de cara a reformas más profundas que sí requieren votos legislativos. Hasta entonces precisa del apoyo de sus diputados y senadores y también de los opositores y en ese sentido los gobernadores son la clave.