Se cumplieron siete meses y diez días del hallazgo del cuerpo de Carmen Daniela Radke (23) en una zanja en el barrio Unión de San Vicente. Durante las últimas horas, las novedades en el expediente apuntaron a que el detenido y único sospechoso solicitó ampliar su declaración indagatoria ante el juez de Instrucción Gerardo Casco.
El imputado, según fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN, relató como coartada que, entre la noche del jueves 4 de mayo y madrugada siguiente, estuvo con la víctima en el lugar donde residía y que ambos se conocían hace tiempo, lo que la familia de Daniela confirmó.
Dijo que habían consumido algunas bebidas alcohólicas y que mantuvieron relaciones sexuales. Negó haber tenido intenciones de matarla y que lo sucedido habría correspondido a un juego extremo. Aunque ofreció circunstancias y acciones, su relato no habría despejado dudas ni generado nuevas.
Durante la audiencia, el abogado del imputado solicitó su excarcelación, al sostener que al haber pasado más de tres meses sin una resolución firme de prisión preventiva, el debido proceso indicaría que debe recuperar la libertad.
Mientras el juez analiza el planteo, no se descarta una prórroga excepcional del tiempo de instrucción de la causa, puesto que lo que se investigan delito graves: “Abuso sexual y femicidio”, que prevé una sola condena en caso de ser juzgado y hallado culpable: prisión perpetua.
Para las mismas fuentes, de la coartada ofrecida no surgió ninguna respuesta a la pregunta: ¿Por qué intentó deshacerse del cuerpo si no tuvo intención de matarla?
De acuerdo a lo que indica el expediente, hasta el momento se sabe que minutos después de las 7.30 del viernes 5 de mayo, vecinos del barrio Unido de San Vicente hallaron el cuerpo de Daniela Radke a veinte metros de la calle Miranda, entre malezas y barro. Integrantes de la Policía Científica de la Unidad Regional VIII registró una lesión en la joven en el cuello compatible con un ahorcamiento. El cuerpo fue trasladado a Posadas para la autopsia y ésta confirmó preliminarmente que la muerte fue por “asfixia mecánica con un elemento contundente blando, probablemente algo usado como lazo”.
En los registros de cámaras de seguridad se detectaron que a las 18 del día anterior, el sospechoso llegó a su vivienda con una joven similar -en cuanto a cuerpo y ropa- a Daniela. A las 2.30 volvió a ser captado por las cámaras a bordo de su motocicleta y con un bulto del tamaño de un cuerpo sobre el vehículo.