Ramón Antonio Schetzel (38) y Nahuel Alejandro Xaikosi (29) fueron condenados ayer por el Tribunal Penal 2 a cinco años de prisión efectiva y tres en suspenso, respectivamente. Al primero de los dos presuntos asaltantes como coautor de los dos robos por los que ambos llegaron a debate. Y en el caso de Xaikosi, solo se acreditó su participación en uno de ellos.
El fallo de los jueces Gregorio Augusto Busse, Carlos Jorge Giménez y César Antonio Yaya, fue leído cerca del mediodía y ordenó, entre otros puntos, tratamientos de salud para recuperarse del abuso de estupefacientes y el cumplimiento periódico de actividades tuteladas por el Patronato de Liberados.
La tercera jornada de juicio oral se inició con el último testigo citado y que faltó el miércoles por lo que fue buscado por la fuerza pública. Se trata de una de las víctimas de los delitos cometidos por Schetzel y Xaikosi, entre el 2 y 6 de julio de 2019 en distintos puntos de esta capital.
El testigo, cuya identidad se reserva este diario, identificó a los dos acusados como quienes asaltaron a su pareja cuando ambos bajaban de su automóvil e intentaban ingresar a su vivienda de la calle Oberá el martes 2 de julio de 2019. Ante la pregunta del fiscal Vladimir Glinka, señaló a Schetzel como el hombre que “le apuntó a la cabeza a mi novia con un arma de fuego y le quitaron la cartera y todo lo que llevaba en las manos. Después huyeron en un auto gris”, remarcó que vio a Xaikosi en el atraco pero también ratificó en rueda de reconocimiento quiénes fueron los autores. “Les vi la cara perfectamente esa noche y después los reconocí en la rueda”.
El vínculo entre este robo y el de la heladería de la avenida Chacabuco y Aguado cuatro días después, surgió porque adentro del Corsa gris, que interceptó la policía, hallaron la llave del automóvil de la pareja asaltada, un Chevrolet Onix, y dos armas de fuego, entre ellas un revólver calibre 38 largo que también fue identificado por el testigo durante la instrucción de la causa.
Glinka remarcó el reconocimiento de las víctimas de ambos hechos juzgados, pero admitió no poder concluir que en los dos participó Xaikosi. En el segundo asalto, el conductor del vehículo escapó a pie del Corsa gris al ser interceptado por un patrullero y Schetzel se quedó quieto y fue reducido.
Durante el juicio Schetzel admitió este golpe pero señaló como acompañante a un muchacho del barrio Yacyretá, Cristian Javier Díaz (31), acribillado a balazos en su kiosco en el mismo barrio, durante la madrugada del domingo 8 de mayo de 2022 y por presuntos sicarios brasileños en un ajuste de cuentas vinculado al mundo narco.
El fiscal solicitó seis años de prisión para Schetzel como coautor de los dos robos calificados por el uso de arma de fuego, y Xaikosi tres años de cárcel en suspenso por el primero de los golpes, 2 de julio.
El detalle del debate sin embargo, y que finalmente dejó en libertad a Xaikosi y a pocos días de solicitar salidas transitorias a Schetzel, fue la pericia al revólver calibre 38 que realizó la policía y que determinó que es un arma de fuego pero que no podía disparar por su mecanismo en mal estado.
La defensora oficial Celina Silveira Márquez, sostuvo que el primero de los delitos fue un “robo simple” porque entendió que el arma nunca fue hallada. Sobre el segundo, coincidió con la acusación. “Schetzel se hace cargo y Xaikosi no fue ubicado en la heladería”, por lo que pidió la absolución.
El Tribunal sentenció a Schetzel por robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para disparo no pudo ser acreditada, dos hechos en concurso real (artículo 166, último párrafo, del Código Penal Argentino) a cinco años de prisión. A Xaikosi por el mismo delito, pero en un solo hecho, a tres años de prisión en suspenso y durante ese lapso concurrir al Patronato de Liberados.